Hoy vemos tras las rejas a doña Chayo Robles Berlanga. Por cuanto tiempo, no creo que mucho.
Rosario y no las tijeras, fue en algún momento pieza fuerte en el PRD, muy cercana a Cuauhtémoc Cárdenas, jefa de gobierno y presidenta Nacional del Sol Azteca.
Con ella me toco liderar cuando el PRD (Amalia García), me invito de candidato a alcalde de Juárez. Una gran diferencia en el trato entre ambas amazonas de izquierda.
Todavía recuerdo en los meses de abril-mayo de 2002, como candidato a alcalde, la falta o nulo apoyo a mi candidatura por la hoy presunta delincuente.
Incluso cuando envió a un diputado federal chiapaneco, para ofrecerme declinara mi candidatura en favor del PRI, a cambio de una diputación federal plurinominal en 2003.
La ex compañera sentimental del argentino Ahumada, siempre ha sido perversa y bajuna.
En la primera oportunidad corrió a los brazos de EPN y se convirtió en parte de su gabinete, olvidando su doctrina izquierdosa, mamada en los pasillos de la facultad de economía de la UNAM, allá por finales de los 70as.
Rosario siempre fue rababanita, rojita por fuera y fifi por dentro.
De los miles de millones desviados que se le acusa, no fueron para ella en su totalidad, repartió, repartió y solo una pequeña bacha de 8 a 9 dígitos se guardó.
Hoy le recuerdo altanera como cuando le trate. He incluso después de no aceptar su propuesta, se negó a recibirme para entregar mi informe final de campaña.
Lo haría Jesús Ortega, como senador de la República. Pidiéndome disculpas por el mal trato que sufrí como candidato del sol azteca. Ortega finalizó su charla hacia mi persona……” arquitecto mil disculpas, se nos debería de caer la cara de vergüenza hacia usted, por el trato indigno a su candidatura” (junio 2002).
El tiempo nos ubica a cada quien en su lugar.
José Luis Rodríguez Chávez.
