Diablos Rojos le propinó la última humillación a Tigres, en una fecha que de por sí resulta fatídica para los seguidores felinos. Con un ataque de ocho carreras en la séptima entrada, el México vino de atrás por segundo juego consecutivo y, aunque se llevó un susto en la última entrada, se impuso 13-11 a Quintana Roo, con lo que disputará la final de la Zona Sur, frente a Leones de Yucatán a partir del sábado.
Justo ayer se cumplieron 18 años de que Tigres anunció su salida de la Ciudad de México. En otro 11 de septiembre, la fiel fanaticada felina se llevó otro golpe al perder un partido, que llegó con ventaja 7-5 en el séptimo inning.
Japhet Amador inició con imparable un desfile de 14 bateadores de los pingos, que lograron ocho carreras para darle la vuelta a la pizarra.
Ese episodio contó además con un conato de bronca y dos expulsiones, entre ellos el manager felino Adán Muñoz, quien le dio un empujón a David Reyes, lanzador de los Diablos Rojos.
Amador pegó en ese ataque sencillo y luego un doblete. El bateador designado escarlata se fue en el juego de 5-4 con tres carreras producidas y anotada.
Daniel Jiménez debutó en la postemporada al entrar de emergente y respondió con un sencillo que puso la carrera de la ventaja.
Carlos Figueroa, uno de los héroes en el regreso del sexto partido, volvió a destacar ayer al irse de 6-4 con una impulsada y dos anotadas.
La victoria fue para Arquímedes Caminero (3-0) en el partido que rebasó las cinco horas. La derrota fue para Luis Iván Rodríguez (1-1).
Esta serie se caracterizó porque ningún equipo ganó como visitante.
El México, que terminó con 17 hits y curiosamente ningún cuadrangular, se metió en problemas en la novena entrada al permitir cuatro carreras, pero no fueron suficientes.
Ahora el estadio Alfredo Harp Helú vivirá su primera final de la Zona Sur.