Hace un par de décadas, señalaba que nuestra sociedad mexicana y quizá la del mundo, estaba rebasada por infinidad de problemas. Hoy la sociedad mexicana, por cierto, sui generis. Esta más que rebasada por todo tipo de problemas.
Hoy le aqueja la violencia, la corrupción y la pobreza. Día con día estos males van creciendo en su entorno y no se vislumbra una solución satisfactoria. Aunado a estos problemas la mayor parte de la sociedad en su cotidiana dinámica, sufre de todo tipo de problemas sociales y económicos. Busca algún remedio a sus males y ¡toca si puede! distintas puertas en busca de soluciones.
Una sociedad que trata de asirse de donde alcance. Una lucha constante contra lo que se sembró y hoy día se cosecha. Resultado de su falta de conocimiento, ignorancia, participación e involucramiento, entre otras cosas. Situación que ha orillado a la sociedad, a estas desavenencias. Hoy la sociedad ante la injusticia, la inconveniencia y mareada de tanto problema social, acusa a quien puede, principalmente a quien le representa y quienes paga por ello. Señala, acusa, desespera de no ser escuchada y mucho menos encontrar satisfacción a sus males.
Curiosamente dentro de esa misma sociedad, pocos aprovechan esas coyunturas, esos espacios de oportunidad y sacan ventaja, provecho a los excesos de confianza y falta de participación de la sociedad. A través de engaños a la misma, de promesas y abusos. Hoy tenemos como resultado en MÉXICO, una sociedad a la deriva, sin rumbo, buscando culpables a su irresponsabilidad, apatía e ignorancia. Esta es nuestra sociedad.
José Luis Rodríguez Chávez
