A pesar de lo sucedido en Culiacán, Sinaloa el jueves pasado cuando los ciudadanos fueron presa del crimen organizado durante varias horas derivado de un “operativo fallido” de las autoridades federales, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador advirtió que no cambiará la estrategia de seguridad que aplica su gobierno.
En consecuencia, el jefe del ejecutivo federal sostuvo que no apostará a la violencia y tampoco a la guerra debido a que también le preocupan los muertos del lado de la delincuencia al igual que los que se generan en el terreno de las personas honestas.
No vamos a modificar la política en materia de seguridad, que no vamos a apostar a la guerra, al exterminio, que vamos a respetar las vidas, que apostamos a la paz y que le pedimos a todos los mexicanos, de manera muy especial a los que están en malos pasos, que piensen que ese no es el camino, esa no es vida, que no dejen de pensar que sólo siendo buenos se puede ser felices y que lo más importante es el amor al prójimo” comentó durante la conferencia desde palacio nacional.
Luego de hacer hincapié en que atacar las causas de la inseguridad y la violencia ayudará a pacificar al país, el presidente de la República consideró que el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel no tuvo ninguna responsabilidad en los hechos registrados de Culiacán, aun cuando – cabe recordar – que producto de la retención de Ovidio Guzmán López por parte de elementos de la guardia nacional, medio centenar de internos se fugaron del penal de Aguaruto, Sinaloa con ayuda de sicarios a sueldo del propio cartel comandado presuntamente por el hijo de Joaquín Guzmán Loera.
En el caso del gobernador, no tiene él responsabilidad, esto fue una decisión y un operativo de la federación, del gobierno federal, de manera particular de la Secretaría de la Defensa, para poner las cosas en su lugar; los reos escaparon porque hay delincuentes en la cárcel de este grupo y tomaron a los custodios de la cárcel, no hubo resistencia, por eso se tomó la decisión de despedir al jefe de custodios, de someterlo a investigación” expresó López Obrador.
El presidente admitió que “por mucho sigilo” que haya en este tipo de acciones “siempre hay filtraciones”, lo que explica que no fueron a la captura de Guzmán López con muchos elementos de seguridad para no llamar la atención.
También precisó que “no sabía” que se llevaría a cabo el operativo en el que falló el trabajo de inteligencia por parte de los funcionarios del gobierno de la república.
Dijo que cuando se enteró de la crisis que se vivía en Culiacán, le pidió a su gabinete actuar de la manera en cómo se hizo para no tener “daños colaterales” y sí, cuidar vidas y respetar los derechos humanos.
Se aprende, sobre todo en las crisis y yo creo que están haciendo una revisión, yo lo pedí que se hiciera una evaluación sobre la forma en que se llevó a cabo este operativo y lo que me interesa mucho es de que no nos salgamos del propósito de evitar pérdidas de vidas humanas, no queremos derramamiento de sangre, de nadie, nos duele también la pérdida de la vida de un presunto delincuente” destacó al preguntarle sobre las medidas que tomó su gobierno para investigar la forma en que se llevó a cabo el operativo.
Explicó que el propósito principal del gobierno es bajar la incidencia delictiva y no como antes cuando lo más relevante era la detención de un personaje famoso.
En el caso de los operativos aseguró que no les importa tanto “que se cuelguen medallas” sino cuidar a la gente y dar seguridad pública.
Finalmente, reiteró que buscarán capturar a Ovidio Guzmán y que “se siente bien después de una situación como la de Culiacán” en la que – estimó – “no cometió ningún delito” por salvar vidas inocentes y dejar en libertad a un presunto delincuente.