México es acusado por Bolivia por proteger a prófugos de la justicia

La canciller boliviana Karen Longaric denuncia que unos 20 exfuncionarios del gobierno de expresidente Evo Morales están asilados en la embajada de México en La Paz, y que 4 tienen orden de detención

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Unos 20 exfuncionarios del gobierno de expresidente Evo Morales y del ente electoral están asilados en la embajada de México en Bolivia, dijo este martes la canciller Karen Longaric, señalando que cuatro de ellos tienen orden de detención y no pueden beneficiarse de esa protección diplomática.

Tenemos un grupo más o menos de 20 asilados diplomático en la residencia de México (…) continúa mucha gente y ya han salido órdenes de detención de la Fiscalía para algunos asilados”, señaló la jefe de la diplomacia boliviana, entrevistada por la radio privada Fides.

Por el momento cuatro tienen orden de detención”, añadió.

Longaric acotó que hará conocer formalmente la medida de la Fiscalía sobre esos cuatro exfuncionarios a la embajadora de México en La Paz, María Teresa Mercado, “de modo que, de acuerdo a reglas de asilo, la embajada no puede permitirles salir”.

La canciller mencionó el caso específico del poderoso exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Morales, denunciado por el Ministerio Público por los delitos de sedición y terrorismo.

Quintana había dicho a principios de noviembre que Bolivia se iba “a convertir en un gran campo de batalla, un Vietnam moderno” si Morales resultaba destituido, a raíz de los conflictos propagados por sus adversarios, en rechazo a un polémico conteo de votos que le dio como ganador el 20 de octubre.

En un marco de protestas por el escrutinio, Morales finalmente renunció el 10 de noviembre, tras perder el apoyo de la policía y los militares.

Longaric no precisó más nombres, aunque señaló que algunos de ellos han circulado en la prensa local, que mencionó a la exministra de Cultura, Wilma Alanoca, denunciada por supuestos actos de sedición.

Las relaciones entre La Paz y Ciudad de México se mantienen tensas, pues el gobierno de la presidenta interina, la derechista Jeanine Áñez, acusa a Morales, asilado en la capital mexicana desde el 12 de noviembre, de realizar “actividades conspirativas” en el exilio.