ROMA.
El brote de coronavirus en Italia comenzó a propagarse hoy desde sus orígenes en las regiones norteñas de Lombardía y Véneto, con nuevos casos reportados en la céntrica Toscana, Liguria en la costa y Sicilia en el sur.
El gobernador de Sicilia, Nello Musumeci, dijo que un turista de Bérgamo, en Lombardía, fue hospitalizado en la capital de la isla, Palermo, tras haber sido diagnosticado con la enfermedad, y que todos los que viajaban con él fueron puestos en cuarentena.
El número total de casos en Italia, el país más afectado en Europa, superó los 280 desde los 229 del lunes, con 40 nuevos infectados en Lombardía y nueve en Véneto.
En Toscana se detectaron dos casos y uno en Liguria, mientras que el número de fallecidos seguía sin cambios, en siete.
Un italiano que estaba de vacaciones en las Islas Canarias también dio positivo, provocando el aislamiento del hotel en el que estaba alojado, mientras que otros dos italianos dieron igualmente positivo en Austria, donde residen. Se cree que se contagiaron durante un viaje a Lombardía.
Mientras varios países de la Unión Europea aconsejaban a sus ciudadanos que no visiten el norte de Italia, el ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, dijo que se reunirá con los embajadores extranjeros en Roma para explicarles los progresos del brote y las medidas adoptadas para frenarlos.
FALLA PROTOCOLO
La emergencia sanitaria abrió una frágil tregua política entre los enfrentados partidos italianos, pero ésta quedó sepultada la noche del lunes, después de que el primer ministro, Giuseppe Conte, sugirió una mala praxis por parte de un hospital lombardo que podría haber alimentado el brote.
Conte dijo que el hospital -al que no nombró- no siguió el protocolo “y esto contribuyó a la propagación”, añadiendo que podría estudiar la retirada de algunos de los poderes que tienen las regiones sobre la política sanitaria.
El opositor partido derechista Liga, que gobierna Lombardía y Véneto, reaccionó con furia. Su líder en la Cámara baja, Riccardo Molinari, dijo que las palabras de Conte son “casi fascistas”, mientras que el portavoz económico de la Liga, Claudio Borghi, calificó al primer ministro como “una desgracia para el país”.
Funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la UE tenían previsto reunirse en Roma el martes para hablar sobre la crisis, que comenzó en China y se ha propagado ahora a casi una treintena de países y territorios.