BERLÍN, Alemania.
El Gobierno alemán autorizó la reanudación de la Bundesliga de futbol, a puerta cerrada, a partir de mediados de mayo, pese a los riesgos sanitarios y las críticas recibidas desde otros deportes.
Más de dos meses después de la interrupción de las competiciones por la pandemia del nuevo coronavirus, la Bundesliga será el primer gran campeonato europeo de futbol en regresar, cumpliendo eso sí una serie de estrictas medidas de protección. La fecha exacta del regreso será fijada por la Liga Alemana de Futbol (DFL).
La Bundesliga puede regresar a partir de la segunda mitad de mayo, respetando las reglas que han sido acordadas”, declaró la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, tras una reunión con los Länder (Estados regionales) para abordar las medidas de desconfinamiento.
Alemania marca un nuevo camino entre las grandes ligas europeas. Francia suspendió definitivamente el final de su temporada la semana pasada e Inglaterra, España e Italia esperan, en el mejor de los casos, reanudar la competición en junio.
En la clasificación, en el momento de la interrupción, el Bayern Múnich era líder después de 25 jornadas, con 4 puntos de ventaja sobre el Borussia Dortmund, por lo que parecía encaminado hacia un octavo título consecutivo de campeón de Alemania.
300 MILLONES DE EUROS
La Liga Alemana de Futbol (DFL) defiende desde hace tiempo esta reanudación, vital para la supervivencia económica de un sector que emplea en Alemania a 56 mil personas.
La DFL presentó a los poderes públicos un protocolo sanitario draconiano, basado en la multiplicación de test de detección del coronavirus, que permitiría relanzar la competición sin grandes riesgos.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, estimó que este protocolo “es coherente y puede servir de modelo a otros deportes”.
Si las nueve últimas jornadas de Bundesliga (primera y segunda divisiones) pueden disputarse, los clubes alemanes recuperarán 300 millones de euros de derechos de televisión, para suavizar un poco sus pérdidas, cuando más de una docena de clubes de los 36 de ambas categorías están al borde de la bancarrota, según la prensa alemana.
El plan sanitario de la liga alemana reposa sobre todo en los test de detección del coronavirus. Toda persona que participe en los entrenamientos o en los partidos será sometida al menos una vez por semana a los controles, y obligatoriamente la víspera de los partidos.
MALESTAR EN OTROS DEPORTES
El lunes, la DFL anunció que diez personas de las 1.724 controladas en los 36 clubes de primera y segunda divisiones dieron positivo. Entre la élite, Colonia anunció la semana pasada tres casos (dos jugadores y un preparador físico), a los que se suman otros dos del Borussia Mönchengladbach (un jugador y un fisioterapeuta), según el diario regional Rheinische Post.
Los casos “positivos” serán colocados en cuarentena, pero el resto del grupo no lo será obligatoriamente. La decisión final sobre las medidas de aislamiento no pertenece a los clubes, sino a las oficinas de salud locales, dependientes de los poderes regionales. Por ahora, la regla en Alemania dice que cualquiera que esté en contacto o sea próximo a un caso “positivo” debe estar en aislamiento catorce días.
Para los partidos, 300 personas serán autorizadas, y habrá zonas creadas para evitar al máximo los contactos: zona “césped”, zona “tribunas” y zona “exterior”.
El regreso del futbol no genera unanimidad en el deporte alemán.
“El Estado vende la salud de la población y de los enfermos al futbol. Es perverso”, se quejó Johannes Vetter, campeón mundial en 2017 en lanzamiento de jabalina, en una entrevista con un diario regional.
La excampeona mundial de lanzamiento de peso Christina Schwanitz considera inaceptable el privilegio al fútbol. “No creo que el futbol tenga esta posición especial y se siente sobre todos los demás, solo porque genera mucho dinero”.
La clavadista Tina Punzel, campeona de Europa, consideró “lamentable que miles de test (del coronavirus) sean utilizados” para el futbol.