Por increíble que parezca, la piel grasa también tiende a deshidratarse con facilidad. Y es que pese a la cantidad de aceites que llegan a concentrarse en ciertas zonas del rostro, en definitiva, la oleosidad no es sinónimo de hidratación. Es aquí donde estas mascarillas caseras entran en acción como excelentes aliadas de tu rutina de cuidado diaria. ¡Son tan infalibles como las cremas ligeras para la piel grasa!
Eso sí, debes recordar que, aunque han comprobado ser sumamente beneficiosas, siempre es es mejor recurrir a un especialista que te dicte exactamente cómo y con qué tratar la piel para prevenir reacciones secundarias. No obstante, serán excelente complemento de los métodos profesionales.
Mascarilla casera de aloe vera y pepino
Esta mascarilla con el ingrediene mágico, aloe vera, y pepino, será el boost refrescante que consentirá tu piel al máximo. Ambos ingredientes poseen propiedades hidratantes, astringentes y revitalizantes, las cuales evitan la perdida de humectación y desintoxican la piel pues mitigan el exceso de oleosidad y bacterias. Además, gracias a su concentración de antioxidantes, revitalizan tu rostro dejándolo radiante.
¿Cómo prepararla?
Lo increíble de esta mezcla es que es sumamente sencilla de obtener. Basta con licuar unos cuantos cubitos de aloe vera y pepino sin cáscara. Aplícala sobre todo tu rostro y permite que actúe por lo menos 15 minutos. Es tan ligera que podrás usarla hasta dos veces por semana.
Mascarilla casera de papaya y miel
Esta fusión de la papaya en mascarilla y con la miel no solo es excelente para humectar sin producir brotes, también nutre, elimina impurezas y regenera la piel con efectividad. Y sí, aunque su textura puede ser un tanto densa, te aseguramos que no le caerá pesada a tu cutis.
¿Cómo prepararla?
Machaca perfectamente algunos pedacitos de papaya hasta crear un puré. Añade una cucharada de miel y mezcla ambos ingredientes. Aplícala y déjala actuar durante 10 minutos.
TIP G: antes de crear la mezcla cerciórate de que la miel sea completamente natural, de lo contrario no te brindará los beneficios esperados.
Mascarilla casera de tomate y aceite de romero
Parecerá contradictorio pero, aunque no lo creas, existen aceites esenciales que equilibran la oleosidad natural de la piel y mantienen una correcta humectación, ¡tal es el caso del aceite de romero! Gracias a sus componentes fenólicos, es un excelente astringente y antiinflamatorio natural, por lo que resulta muy efectivo para mitigar las imperfecciones en mascarillas.
Dichas cualidades se complementan con las del tomate que, además de ser excelente para tratar la piel grasa, también reduce los efectos del estrés oxidativo por lo que revitalizará tu rostro.
¿Cómo prepararla?
Empieza machando el tomate hasta obtener una pasta homogénea y añade unas cuantas gotas de aceite de romero. Aplícalo y déjalo actuar por cinco minutos y después, lava con agua abundante hasta remover perfectamente los rastros de aceite. Puedes aplicarla cada 15 días.
