Tres jornadas le duró el invicto al Puebla. Con un marcador favorable de 2-1, los Tigres bajaron de su nube al cuadro de la Angelópolis, que llegaba con siete puntos al duelo de ayer en el Estadio Universitario de Nuevo León, después de dos victorias y un empate.
Los felinos inclinaron el juego a su favor en los primeros diez minutos del compromiso, período en el que consiguieron los dos tantos de la victoria.
Al minuto tres, el árbitro Erick Yair Miranda, marcó un penal a su favor, por un pisotón de Daniel Álvarez sobre Javier Aquino. El francés, André-Pierre Gignac se encargó de transformar la oportunidad en el primer gol del partido y el tercero de la temporada para él.
Apenas cuatro minutos después, el colombiano Luis Quiñones sirvió al área para Eduardo Vargas y el chileno empujó el balón a la red.
El descuento para la Franja, llegó hasta el complemento por conducto de Santiago Ormeño, quién al 57’, cabeceó de espaldas en un tiro de esquina y también llegó a tres anotaciones en la campaña.
Tigres se quedó con diez hombres al 72’, tras la expulsión del defensa central mexicano, Carlos Salcedo, quien había recibido la oportunidad de ser titular por primera vez en lo que va del certamen. Aún así, los de San Nicolás lograron mantener el resultado y con ello, su imbatibilidad después de cuatro fechas.
Los dirigidos por Ricardo Ferretti llegaron a ocho puntos y despertarán como líderes de la clasificación.
