‘Es mejor eso a que explote en cualquier momento’, dijo el edil de Xalitzintla, Alfredo Ríos, quien dio cuenta de que cada que ruge el volcán, se mueve la tierra en donde habitan
Escuchar los rugidos del volcán Popocatépetl es común para los habitantes de las poblaciones más cercanas como Santiago Xalitzintla, un poblado situado a menos de 12 kilómetros del cráter.
Sin embargo, la explosión que produjo la tarde de este martes –en el que generó una columna que superó los 3 kilómetros de altura con alto contenido de ceniza– alarmó a usuarios de redes sociales de otros municipios más alejados de Puebla, e incluso en el Estado y Ciudad de México.
Según la última actualización del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) dicha actividad está contemplada dentro de los escenarios del Semáforo de Alerta Volcánica Amarillo Fase 2. Eso significa que no prende las alarmas para una posible evacuación, aunque el gobierno de Puebla informó estar preparado ante alguna eventualidad de este tipo.
VIVIR CON EL POPO
El HuffPost cuestionó a algunos habitantes de la zona en donde más se sintió el temblor volcánico este martes sobre si temen estar aquí, pero ellos cuentan que llevan toda una vida conviviendo con ‘Don Goyo’.
“Tantos años escuchando los rugidos y viendo cómo saca lumbre ya no nos espanta. Es parte de su actividad. Es mejor eso a que explote en cualquier momento”, dijo el edil de Xalitzintla, Alfredo Ríos, quien dio cuenta por teléfono que cada que ruge el volcán, se mueve la tierra en donde habitan.
Apenas el 5 de diciembre pasado, personal de Protección Civil estatal y nacional realizaron un simulacro en el que simularon una evacuación sobre una avalancha de lodo, pues el coloso ha mantenido su actividad en las últimas semanas.
OFRENDAS PARA CALMAR A DON GOYO
En Santiago Xalitzintla, perteneciente al municipio de San Nicolás de Los Ranchos, hay campesinos que aseguran que platican con el volcán Popocatépetl. Incluso hay creencias en que el día que haga una erupción, él les avisará.
Incluso, los habitantes de este pueblo celebran el cumpleaños del volcán cada 12 de marzo (día de San Gregorio). Se organizan y le llevan ropa, música con banda, cazuelas de mole con carne de pavo, pan, fruta y botellas de tequila. También lo hacen como ofrenda para calmarlo.