Con medio siglo de vida, Cruzito, forjó más de la mitad de ella en el PAN. Partido político donde vivió muchas aventuras de todo tipo y que le permitieron vivir del erario público, hasta la fecha.
Desde joven preparatoriano, simpatizó con el movimiento de Gómez Morin. Ahí inició sus pininos acercándose a la familia feliz, de Pancho Barrio, quien lo apoyó en 1994, siendo este gobernador, para que Cruzito fuera diputado federal en 1994. Desde ahí probó las mieles del poder y las mieles del amor, contrayendo nupcias con otra panista Cristina Jiménez (recientemente diputada federal blanquiazul).
Todo era una familia feliz, además de Pancho Barrio, su padrino político, su esposa azul, la bella Cristina, encompadró con el actual gobernador chihuahuense Javier Corral Jurado. (QUE BONITA FAMILIA, diría Pompin Iglesias). Estas relaciones le permitieron tener una gran escuela política panista. Lo que lo llevó en un par de ocasiones a presidir el comité estatal panista en el estado grande (con un buen sueldo y varios millones de pesos para el gasto diario del PAN). En 1998 es elegido diputado del Congreso de Chihuahua y en 2003 repite como legislador federal panista.
Sus participaciones como legislador fueron grises, en las tres ocasiones. Su candidatura en 2003, fue impulsada por Manuel Espino Barrientos, también ahijado político de Pancho Barrio (hoy policía de la 4t).
Pero cuando pruebas ese sabor, picosito, agridulce y demás, debes aprender a no hacer gestos. Cruzito intentó en 2004 ser el alcalde de Juárez, en alianza con su compadre Javier Corral Jurado, quien buscaba la gobernatura y con el PRD. De este episodio, derrota para ambos panistas, se habla de la traición de Cruzito, a su compa Corral (promoción de voto cruzado en favor de Reyes Baeza, candidato del PRI).
En 2012, Cruzito, vuelve a traicionar a su compadre Corral, haciendo trampa en la elección blanquiazul a la curul del senado de la república. No logrando su objetivo. Finalmente, Cruz Pérez Cuellar, se divorcia de Cristina, del PAN y de su compadre Javier Corral, echándose a la aventura.
Primero intenta ser gobernador bajo las siglas del partido de Dante Delgado (MC en 2016), luego intenta y atina bajo las siglas de MORENA y el tsunami AMLO, obteniendo lo que tanto deseo, una senaduría.
Hoy Cruzito busca, por cielo, mar y tierra, la candidatura a la gobernatura de Chihuahua, bajo las siglas de MORENA. Siguiendo los pasos de su compadre (porque ese compadrazgo es hasta la muerte). La oferta de campaña de Cruzito y siguiendo esos pasos, será encarcelar a Javier Corral, como algún día este aseguro a los chihuahuenses meter tras las rejas a su antecesor Cesar Duarte Jaques. Cruzito no tiene nada más que ofrecer. Porque ni lealtad le tiene a AMLO.
En breve se definirá esta candidatura morenista. Andrés Manuel López Obrador, de ser vengativo, apoyará seguramente esa candidatura para ponerle una piedrita más en el calzado de Javier Corral. Algún día lo comenté, sería la peor pesadilla de Corral, que ni el batito Gustavo Madero, podrá salvarlo.
Así es la política de traicionera.
CRUZ CRUZ, que se vaya mi compadre y que venga JESUS (es lo que se escucha decir en voz baja a Javier Corral, en los pasillos del palacio de gobierno)
José Luis Rodríguez Chávez.