Bebe Rexha es una intérprete neoyorquina no prefabricada, parte de la nueva ola de cantantes pop, poseedora de una pluma rebelde que hasta a Eminem le ha dado canciones, y de la generación que ya está harta de la desigualdad entre hombres y mujeres.
Hace unos días visitó la Ciudad de México para abrir los dos shows de Bruno Mars y justo llegó en un momento fuerte tras haber sido parte de la comitiva que acompañó a Kesha durante la emotiva actuación que dio en la reciente entrega de los Grammy, como protesta por las injusticias en contra de las mujeres.
“Sólo 16.3 por ciento de las canciones populares de la radio provienen de mujeres, el resto es dominado por los hombres”, señaló la chica de 28 años en entrevista exclusiva para Excélsior, “evidentemente, no existen las mismas oportunidades por el momento.
“Lo que tenemos que hacer como mujeres es elevarnos las unas a las otras; porque la mayoría de las veces lo que hacemos es competir sobre quién logra el hit, quién es la más delgada, la más hábil. Es una competencia rara, que existe, aunque hay suficiente espacio para nosotras, pero si nos unimos y si grabamos canciones juntas, hasta podemos crear espacios para las siguientes generaciones”.
Ese domingo que se unió a Camila Cabello, Cyndi Lauper y Julia Michaels, entre otras, también fue testigo del desafortunado comentario del presidente de la Academia, Neil Portnow, con el que pidió a las mujeres incrementar su trabajo para lograr más lugares en la industria. Aunque Bebe lo minimizó.
“Lo conozco muy bien, es un sujeto increíble. Sólo creo que eligió las palabras incorrectas esa noche. En cierto sentido, creo que tenemos que intensificar nuestro trabajo de manera colectiva. Tomarnos de las manos y sólo ganar el maldito partido.
“He estado platicando con amigos y amigas sobre la posibilidad de trabajar en una canción genial, poderosa, para recaudar fondos y ayudar a una causa con la esperanza de poder dar una palmada juntos y, por qué no, poner el ejemplo de lo que se puede lugar en conjunto”, platicó.
Otro de los problemas que la compositora tiene en la mira es el de los inmigrantes en EU: los dreamers y la gente que ha construido sus vidas en ese país sin papeles o ha luchado por conseguir su nacionalidad con trabajo, pero sin fortuna.
Todo, porque su padre es un inmigrante de Albania que llegó a Estados Unidos a los 21 años y su madre es ciudadana estadunidense de padres albaneses, por lo que ella tiene doble nacionalidad.
“Si mi padre no hubiera llegado a América, no estaría en la posición en la que estoy. Me permitió ser la persona que soy ahora, hacer la música y escribir como lo hago. Por eso es muy importante abrir nuestras mentes y dejarle saber a la gente que muchos de nosotros, los que formamos esa sociedad, somos inmigrantes y hemos podido vivir el sueño americano.
“Miren a Camila Cabello, ella nació en Cuba, su familia se movió a la Ciudad de México y luego llegó a Miami. Y, es lo que dije antes, ella la está rompiendo. Vive el sueño y es un grato ejemplo del legado que puedes llegar a crear con una mente abierta, luchadora y lograr que cualquier sueño se cumpla”, compartió.
Bebe Rexha comenzó a trabajar con Pete Wentz, bajista de Fall Out Boy en 2010. Tomó su camino tres años después para componer temas para Selena Gomez, Cash Cash y Eminem, con quien coescribió la canción The Monster, que el rapero grabó junto a Rihanna para The Marshall Mathers LP 2. Ahí su carrera se popularizó, de hecho aceptó que fue la canción que la puso en el mapa.
Continuó con sus tres EP en los que ya experimentó con géneros como el rap, la electrónica y hasta el country en su más reciente sencillo Meant to Be, que grabó junto a Florida Georgia Line.
“Lo mejor está por venir, en la primavera tendremos o espero que podamos lanzar los primeros sencillos de los que será mi primer disco de larga duración, llamado Expectations, un material totalmente nuevo con el que quiero dejar en claro quién es Bebe Rexha y qué es lo que he pasado en mi camino”, adelantó sin dar más detalles.