El esquema consiste en la incidencia del espacio público a través de la transformación de normas y estereotipos de género que fomentan y normalizan la violencia que se presenta en la comunidad, promoviendo la participación ciudadana con el fin de lograr el disfrute efectivo de los derechos humanos.
Dentro de la dinámica de acción se planea intervenir en espacios ubicados en los polígonos de atención prioritaria del municipio, recuperando, favoreciendo y fortaleciendo las relaciones comunitarias así como el empoderamiento de las mujeres y niñas.
Una de las prioridades de la administración de la presidenta municipal desde sus inicios ha sido emprender acciones para erradicar cualquier forma y tipo de violencia contra estos grupos en la capital, bajo una perspectiva humanista que resguarde los derechos humanos de las mujeres chihuahuenses