Por Sergio Arturo Duarte
Conecta Juárez
Sumida en una severa crisis deportiva que incluye un pobre espectáculo futbolístico -con excepción de muy pocos encuentros en el Guardianes 2020-, situación causada de manera directa e indirecta por las malas decisiones de los directivos, este sábado inicia la fase final o Liguilla por el título en la Primera División del balompié nacional en su etapa de repechaje, con cuatro duelos a matar o morir.
En su afán por descubrir el hilo negro y convertir a la Liga MX en un circuito diferente en el mundo, las mentes brillantes de Yon de Luisa y Enrique Bonilla han tomado determinaciones retrógradas y muy cuestionables que van contra la alta competencia entre los clubes, inhiben el crecimiento y desarrollo del futbol mexicano, fomentan el conformismo, anteponen el factor negocio o económico al deportivo e inciden directamente en el producto final que vemos cada semana por televisión.
De entrada, está la adopción de un mediocre sistema de competencia en el que 12 de los 18 equipos avanzan a la fase final del torneo -los primeros cuatro en la tabla como son León, América, Pumas y Cruz Azul entran directo a cuartos de final y los ocho restantes: Santos, Pachuca, Chivas, Necaxa, Tigres, Toluca, Monterrey y Puebla a la repesca-, es decir, el número 12 que es el cuadro poblano, tiene la posibilidad de ser campeón, increíble pero cierto.
La abolición del ascenso y descenso, la extinción de la Liga de Ascenso -con los conocidos reclamos en su momento medios de comunicación nacionales de las esposas de jugadores- y la desaparición de la regla del menor para darle lugar a la llamada Liga de Expansión se suman al listado.
Igualmente, la proliferación de jugadores extranjeros que quita espacios a los nacionales y tapa o bloquea el surgimiento de nuevos valores que a futuro pudieran vestir la playera tricolor.
Pese a todo y por encima de ello, los jugadores, los principales actores de este deporte tienen ante sí la oportunidad y, a la vez, la responsabilidad y el compromiso de brindarse y entregarse por sus colores en el terreno de juego y superar en el tema anímico el hecho de jugar una etapa final sin público en las tribunas debido a la pandemia de Covid-19.
Considerada por muchos aficionados y periodistas como la mejor parte del torneo, en la cual, por lo general, los futbolistas elevan su calidad y dan lo mejor de sí, ahora en la Liguilla -enfriada por una pausa por la realización de la fecha FIFA-, toca a los hombres de pantalón corto sacar la cara, dejar la piel en el rectángulo verde y cumplir con sus expectativas y las de sus seguidores.
Esto, por el bien del espectáculo y del propio futbol mexicano, nuestro singular futbol mexicano de todos los días.
LEÓN, FAVORITO
En el tema de serios candidatos al título, el Club León con el mediocampista juarense Luis Montes a la batuta es el amplio favorito, no sólo por su condición de líder general sino por el buen futbol que ha mostrado durante la campaña.
Obviamente el reto para los ‘Panzas Verdes’ es dejar atrás la maldición del superlíder y ceñirse la corona por encima de escuadras como Cruz Azul que desea terminar con una sequía de más de dos décadas, de las oficiosas Águilas del América y de los fríos y calculadores Tigres de Ricardo Ferretti, sin dejar fuera al Monterrey.
Sergio Arturo Duarte
A TÍTULO PERSONAL