Fallece Tommy Lasorda a los 93 años

El personaje emblemático de Dodgers estuvo en la pasada Serie Mundial ante Tampa Bay

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LOS ÁNGELES.

Tommy Lasorda, el apasionado manager de Salón de la Fama que guio a los Dodgers de Los Ángeles a dos títulos de Serie Mundial y posteriormente se convirtió en embajador del deporte que tanto quiso durante sus 71 años con la franquicia, ha muerto. Tenía 93 años.

Lasorda sufrió un ataque cardiaco en su hogar. Tenía antecedentes de problemas de corazón, incluyendo un ataque cardiaco en 1996 que puso fin a su carrera como manager y otro en 2012.

Había regresado a su hogar el martes pasado después de permanecer hospitalizado desde el 8 de noviembre por problemas cardiacos.

Lasorda estuvo en la victoria de los Dodgers de la Serie Mundial sobre los Rays de Tampa Bay el 27 de octubre en Texas, que aseguró su primer título desde 1988.

“Parece apropiado que en sus últimos meses haya visto a sus queridos Dodgers ganar la Serie Mundial”, sostuvo el comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred.

Lasorda fue jugador, scout, manager y directivo de los Dodgers.

Tuvo un récord como manager de 1,599 victorias y 1.439 derrotas, ganó títulos de la Serie Mundial en 1981 y 1988, cuatro banderines de la Liga Nacional y ocho títulos divisionales de 1977 a 1996.

“Hay dos cosas sobre Tommy que siempre recordaré”, dijo el locutor Vince Scully. “La primera es su entusiasmo ilimitado. Tommy se levantaba por las mañanas lleno de energía y así permanecía siempre y cuando estuviera en compañía de alguien. La otra era su determinación”.

Lasorda proclamaba mantuvo una placa de bronce en su escritorio que decía: “Dodger Stadium fue su dirección, pero todos los estadios fueron su hogar”.

Como pitcher, Lasorda tuvo una carrera modesta a nivel Grandes Ligas, con foja de 0-4 y efectividad de 6.48 y 13 ponches, de 1954 a 1956.

Lasorda fue manager de nueve ganadores del premio al Novato del Año por la Liga Nacional, entre ellos Fernando Valenzuela, Steve Sax, Steve Howe, Mike Piazza, Eric Karros y Hideo Nomo.

EL DATO

Como pitcher de Dodgers, Lasorda sólo tuvo ocho juegos. Su lugar fue ocupado por Sandy Koufax.

Ya como manager retirado en Grandes Ligas, dirigió a la selección de Estados Unidos que ganó la medalla de Oro en Sidney 2000.

CÓMPLICE EN LA FERNANDOMANÍA

Fernando Valenzuela enfrentaba el momento más apremiante en su partido de debut en la Serie Mundial frente a los Yanquis de Nueva York en 1981. Con los Dodgers abajo en la pizarra 4-3 y otra amenaza neoyorquina, el manager Tommy Lasorda salió rumbo al diamante. El Toro pensó que era el final de su labor monticular.

“Si ya no permites más carreras vamos a ganar este juego”, le dijo, en un claro español, Lasorda al joven lanzador mexicano.

“Are you sure?”, contestó en su escaso inglés el Toro.

Valenzuela, quien había sido líder de juegos completos de la Liga Nacional con 11 en esa temporada de novato, se motivó tras la charla y con la confianza recibida se dedicó a colgar ceros a la ofensiva yanqui.

Dodgers ganó ese partido 5-4 y se levantó luego de dos derrotas para ganar la Serie Mundial en seis partidos.

La relación Lasorda-Valenzuela inició antes de la temporada de 1981. Ante la lesión de Jerry Reuss, su lanzador abridor para el partido inaugural ante Astros de Houston, el manager recordó al zurdo mexicano que había brillado en su debut la temporada anterior.

Valenzuela no dudó en subir a la lomita, aunque un día antes lanzó en la práctica de bateo.

“Siempre he dicho que ese primer partido ha sido el más importante, porque si hubiera fallado no sé qué hubiera pasado en mi carrera”, ha recordado Valenzuela sobre ese juego en el que blanqueó a los Astros y comenzó la Fernandomanía.

Héctor Linares

CASTRO AGRADECE A LASORDA

El infilelder sinaloense Juan Gabriel Castro fue el último de los seis peloteros nacidos en México que debutaron en Grandes Ligas bajo el mando de Tommy Lasorda.

Antes de Castro, Lasorda le dio su primera oportunidad a Fernando Valenzuela, quien llegó a la gloria conquistando en su año de novato, el premio Cy Young, el Novato del Año y la Serie Mundial.

“A raíz de lo que Tommy vivió con Fernando, empezó a voltear más al beisbol de nuestro país”, dijo Castro, quien estuvo bajo el mando de Lasorda en la primeras dos, de sus 17 temporadas en el mejor beisbol del mundo.

“Es raro, porque a pesar de que era muy duro, una persona muy estricta, también era muy amable, te hacía reír mucho. Le encantaba la cultura mexicana, las bromas. Fue un gran manager y una mejor persona”, agregó el actual manager de la Selección Mexicana.

Castro debutó el 2 de septiembre de 1995, en la novena entrada. En el mismo juego que el sonorense Karim García se estrenó.

“Creo que, para todo pelotero, a veces el sueño no son los récords, jugar muchas temporadas, el sueño cuando eres niño es llegar a Grandes Ligas y yo le voy agradecer eternamente a Tommy.

“Poder presumir que esa oportunidad me la dio él precisamente, es algo que me hace sentir muy afortunado”.

Castro estuvo con Dodgers en los últimos juegos que manejó Lasorda, en 1996, y volvió 14 años después, en 2010 como jugador, y en 2016, como parte del cuerpo técnico.

“Cuando él estaba ahí, se sentía otra vibra”, explicó Castro. “Ya no era el manager que te podía regañar, era casi como el tío o el abuelo que te podía dar un buen consejo o te podía contar un chiste y subirte el ánimo.

“Creo que a muchos jugadores del actual equipo, que ya no les tocó ni de cerca ver a Tommy con un uniforme de beisbol, te podrán decir que algún punto de sus carrera él les dio un buen consejo”.

Actualmente Castro es coach del equipo de Grandes Ligas de los Filis de Filadelfia y piloto del representativo nacional tiene su boleto para los Juegos Olímpicos. Lasorda le dejo algunas enseñanzas que ahora él pone en práctica.

“A todos los managers que tuve, le aprendí algo”, dijo Castro. “A Lasorda, muy en especial, su manera de comunicarse con el pelotero. Él nunca andaba con rodeos, te decía las cosas directas, y aunque a lo mejor podía ser demasiado duro, demasiado hiriente, siempre te hacía reflexionar.

“Yo no soy así exactamente, pero también trato de no ser verdades a medias, de disfrazar, cuando algo no me gusto voy y lo digo directamente, para que se intente corregir en ese mismo momento”, agregó Juan Castro.

Agencias