Este padecimiento es la segunda causa de muerte en niños de cuatro y 15 años, y la primera por enfermedad.
“Se trata de un problema de salud pública, de un padecimiento de alto impacto físico para el paciente, y también social, psicológico y económico”, FARINA ESTHER ARREGUÍN GONZÁLEZ, DE LA FACULTAD DE MEDICINA (FM) DE LA UNAM
El cáncer no siempre significa muerte
Existen avances en la prevención de la enfermedad. Además, el diagnóstico temprano u os tratamientos ayudan a que tan solo el 60% de la población prolongue su vida.
En México, los niños tienen una tasa de mortalidad de alrededor de 5.3 por cada cien mil habitantes y en adolescentes es de 8.5. Aunque en estos últimos se presenta el abandono del tratamiento, entre cinco y hasta el 50% de los casos; cuando eso ocurre, no hay esperanza alguna de sobrevivir a la enfermedad.
Las tres principales neoplasias en pediatría son leucemias (que representan la mitad de los casos), linfomas y los tumores del sistema nervioso central, de acuerdo a un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El cáncer infantil es curable si se detecta a tiempo. Detección oportuna y referencia temprana son clave, junto con la mejora de la terapia de soporte y de la educación de los médicos”,
DR. ALBERTO GUEVARA ROJAS DE LA FM
¿Cómo saber si un niño tiene principios de algún tipo de cáncer?
Cuando un niño no juega, está cansado, pálido o presenta sangrados –puntos rojos o moretones en cualquier parte del cuerpo, en encías o nariz, no relacionados con golpes–, pérdida de peso, ganglios aumentados de tamaño –en el cuello o axilas–, presenta incremento de volumen en hígado y vaso o en testículos –en el caso de los varones–, o registra fiebre que no cede con nada son señales de alerta y hay que acudir de inmediato al pediatra.
En México, el 50% de los casos infantiles logran curarse en un lapso de cinco años, abundó Farina Arreguín.