Por José Luis Rodríguez Chávez
La semana que termina se señaló que estamos a 100 días de una nueva y aguerrida elección. En pleno siglo XXI, las y los mexicanos, tenemos la obligación ciudadana de salir a emitir nuestro voto. Noventa y dos y medio millones de electores pueden salir a depositar en la urna su sufragio. En 2018 salieron a cumplir con esta acción ciudadana arribita del 60 %.
A la hora de escribir esto, estaremos a 95 días de la elección, donde los partidos políticos se juegan el todo por el todo. Se regeneran las 500 curules en San Lázaro; 15 gobernaturas, congresos locales y cientos de alcaldías en diversas partes del país.
Por lo pronto en estos eventos se erogan miles de millones de pesos, quizá más de los destinados a la pandemia.
Los partidos políticos hechos bola, aliados entre sí. Por un lado, PRI, PAN y lo que sobra del PRD, en la otra esquina los aliados del presidente AMLO, sus remoras.
Y qué decir de muchos de los candidatos, son saltimbanqui, verdaderos acróbatas para saltar de un partido político a otro. Donde no hay izquierdas, ni derechas, solo intereses personales o de grupo. Porque lo que menos existe en la política, son ideales.
En lo que restan de días, para el primer domingo de junio, nuestro señor presidente Andrés Manuel López Obrador y sus compinches, tratarán de seguir haciendo proselitismo desde palacio. Con las vacunas, con algún acto político de espanta perros y repartiendo más dádivas. No quieren perder la mayoría en el Congreso y creo que no la perderán.
Hoy, ya hay nuevos millonarios en México, de los miles de millones de pesos, que se reparten a través de programas sociales. Recuerdo aquella película de Cantinflas, donde reparte dinero entre él y otros dos compañeros de este, “pa ti, pa mi, pa mi, pa ti” porque el que reparte y comparte se queda con la mayor parte. Máxime que ese presupuesto no tiene controles, ni auditorias. Y si alguien lo señala nuestro señor presidente de inmediato se exalta y señala que son detractores fifis, que él tiene otros datos. Como ocurrió en la defensa de su igual(político) Félix Salgado Macedonio, que, para Andrés Manuel, su compadre es limpio y puro, recordando al personaje Tomas (Héctor Suarez) y su tía Clarita.
En menos de una centena de días, sabremos cómo queda el nuevo escenario político. ¿Hasta dónde jugara el abstencionismo?
Porque lo que, si aseguro que la CORRUPCION, VIOLENCIA y POBREZA, seguirán abatiendo a este “pueblo sabio”.
Este 2021, será el parteaguas para 2024. En menos de cien días, sabremos el destino que nos depara para dentro de mil doscientos días.
¡¡Mientras siga la mata dando!!