LOS PECADOS DE CANTÚ

Columna: A TÍTULO PERSONAL

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Por Sergio Arturo Duarte Méndez

Conecta Juárez

Víctima de una gestión para el olvido que incluyó, entre otros objetivos incumplidos, quedar fuera del repechaje de la Liga MX y no evitar la multa para mantener la categoría (como ocupantes del antepenúltimo lugar en la tabla de cociente), los pésimos resultados obtenidos le cobraron factura a Guillermo Cantú, quien el pasado seis del mes en curso dejó de ser presidente ejecutivo de Bravos FC Juárez, hecho que tarde o temprano tenía que ocurrir, como lo mencioné en la columna Destino Marcado, en marzo anterior.

 

La contratación mediática de Cantú, presentado en enero del año anterior como el salvador del equipo ante la presencia de la plana directiva del club, de la prensa local y algunos medios nacionales, defraudó tanto a los aficionados como a la propia dirigencia de la escuadra fronteriza y demostró una vez más (como ocurrió en Cobras de Ciudad Juárez) que encargar la responsabilidad de una escuadra de futbol de Primera División a personas de fuera, no es la solución.

El apellido Cantú se une ahora a los Hernández y Rábago que en Cobras no hicieron su trabajo y que sólo vinieron a la frontera a cobrar muy bien, tal como ocurrió con el exdirector General de Selecciones Nacionales.

Bajo el mandato de Cantú (quien nunca emprendió la titánica tarea de organizar al club y convertirlo en una real y sólida organización del máximo circuito del futbol mexicano desde las divisiones inferiores hasta el primer equipo, por lo que no marcó diferencia alguna respecto a su antecesor Álvaro Navarro), Bravos logró sólo ocho victorias, consiguió nueve empates y sufrió 18 derrotas.

El FC Juárez no calificó a la fase final en ninguno de los tres torneos en los que Cantú estuvo a cargo y lo dejó sumido en el antepenúltimo sitio de la tabla de cociente (por lo que deberá pagar una multa de 50 millones de pesos) y, en la general del Guardianes 2021.

Además, tres entrenadores (Gabriel Caballero, Luis Fernando Tena y Luis Alfonso Sosa) pasaron por el banquillo durante su administración, dos directivos contratados por él como gente de su total confianza (Héctor Lara y Gabriel Saucedo) emigraron a Cruz Azul en el desarrollo del Guardianes 2021 cuando el equipo vivía una honda crisis de resultados, misma que prevaleció hasta el fin del torneo.

Entre sus grandes pecados figuran igualmente la contratación del mediocampista Marco Fabián quien vino de paseo a Juárez, no anotó un solo gol y no entregó asistencias en dos torneos, por lo que se sumó al grupo de refuerzos que resultaron una burla y un fiasco como el español Pol García, el chileno Luis Pávez y el colombiano Ayron del Valle, sólo por citar a tres de ellos.

Como responsable del conjunto, Cantú también se vio involucrado en la irregular contratación del paraguayo Blas Armoa, documentada por el periodista Ignacio Suárez, columnista del Diario RECORD, quien demostró hechos de corrupción en la misma.

Aunado a sus yerros, el exfutbolista de Atlante tuvo que vivir y padecer la sombra y el acecho del exvicepresidente deportivo

Álvaro Navarro (igualmente de triste desempeño y malos resultados), quien de la nada reapareció en la escena.

De acuerdo con el comentarista Raúl Orvañanos, Navarro Gárate mandó a integrantes de la Porra EK a azuzar e increpar a Cantú, un hecho que, de ser así, causa un gran daño a la imagen del club a nivel nacional y lo deja ver como una auténtica ‘olla de grillos’ a nivel pantalón largo.

EL PERFIL DEL NUEVO PRESIDENTE

Cumplida la era Cantú en Bravos, la directiva del club a cargo de Alejandra de la Vega busca quién ocupe este cargo y la persona que asuma este rol debe cumplir desde mi punto de vista con un alto y amplio perfil que como puntos principales incluye: ser originario de esta ciudad, conocer la plaza, sentir la camiseta, tanto del equipo como del futbol juarense, no sólo venir, cobrar y marcharse como ha ocurrido con los citados personajes.

El nuevo mandamás igualmente deberá ser una persona de éxito, con aportaciones y logros para la ciudad, con experiencia previa en un cargo de este nivel, conocido y reconocido tanto a nivel local como nacional, con los contactos necesarios en el país para contratar jugadores y entrenadores (Primera División e inferiores) de calidad probada en el futbol mexicano.

La capacidad para analizar y evaluar al personal para tomar decisiones de quién se va y quién se queda, es otro elemento no menos importante, aunque a Título Personal, la ‘Operación Escoba’ en Bravos, es inevitable, si es que los dueños desean sacar al conjunto del gran hoyo en el que está metido y proyectarlo a otros niveles.

En pocas palabras, el FC Juárez tendrá que vivir una transformación de fondo y no de forma, no sé si dolorosa o no.

El sucesor de Cantú también tiene como obligación saber cómo armar el organigrama del club, conocer y desarrollar la manera de crear una escuela de futbol, sentar los cimientos para establecer e impulsar una sólida estructura de fuerzas básicas que con base en la disciplina y el trabajo profesional genere como consecuencia un surgimiento real de jóvenes futbolistas y de preferencia, de talento local, al equipo mayor.

Una estrecha y buena relación con la prensa de casa -a la que usualmente en este equipo se le relega y se prefiere a la nacional- es otro tema de gran relevancia.

El ocultamiento de noticias como el accidente automovilístico sufrido meses atrás por el jugador Ricardo Souza, dado de baja en silencio de Bravos Sub 20 o el simple reporte de lesionados o de convocados en el equipo de Liga MX fecha a fecha, que no se brinda, deben terminar.

Por ello, la apertura para dar a conocer las buenas y malas noticias en torno a todos los representativos del club, es urgente, no puede esperar más.

Unir y no dividir al interior del club y dar una cara amable de Bravos al exterior, son otros requisitos que el nuevo presidente de Bravos -cuyo trabajo no será de escritorio sino de campo- tendrá que llenar.

En fin, la empresa es grande y el compromiso muy grande para el nuevo dirigente si es que desea trascender y no marcharse por la puerta de atrás, con mucha más pena que gloria, como lo hizo Cantú.

Veremos si De la Vega Arizpe y compañía encuentran esta aguja en el pajar.

En tiempos de pandemia, algunos de ellos han sido sorprendidos en la fiesta e incluso Ricardo Souza protagonizó un accidente automovilístico el fin de semana anterior -hecho que el club tapó-, por lo que ya fue dado de baja en Bravos Sub 20.

Así, la inversión que el conjunto realiza en estos jugadores se convierte en un saco roto, sin provecho alguno y los buenos resultados, al igual que el surgimiento de nuevos talentos, no se producen.