En las brigadas de Gobierno del Estado de Chihuahua refulgen, más que el fuego, pequeñas grandes mujeres que trabajan hasta cinco días continuos en el combate de los incendios.
Son un grupo de mujeres guardianes del bosque que luchan incansablemente para combatir conflagraciones por horas y hasta por semanas, pero pronto serán muchas más, comentó, Silvia Palma Hernández, técnica de Manejo de Fuego de la brigada del Gobierno del Estado.
“Hay mucha capacitación, mucho trabajo de acondicionamiento físico, y las mujeres andamos a la par de los hombres trabajando en esta brigada especial, brigada élite a la que ya empiezan a llamar de todos lados”, dijo la jefa de brigadistas a la que el humo le ha disimulado una de lágrimas de tristeza, al ver un amplio espacio de bosque exterminado por las llamas.
Detalla que son mujeres y son hombres que caminan grandes distancias, trabajan largas jornadas bajo el calor abrasador y sobre todo, arriesgan su vida frente a las llamas.
Huelen a humo pero sobre todo, despiden el aroma de los valientes que, sin más interés que cuidar al bosque, salvan al mundo.
“Náuseas, uf, desesperación, enojo, tristeza de todo, por esta devastación”, dice Palma conteniendo el llanto.
La joven mujer narra que ha visto morir animales y arder decenas de miles de árboles que jamás se habrán de recuperar.
“El año pasado, va a sonar ilógico, pero gracias al COVID, tuvimos en la zona (Bocoyna) un incendio, nada más, porque la gente no andaba acá…nos encuentran a nosotros y todo está bien”.
Y en su mensaje final advierte que, de no cuidar los bosques, pronto “en lugar de andar con un tanque de oxígeno, como con el COVID, vamos a andar con un pinito plantado en el lomo y con una mascarilla para poder respirar, así de sencillo”.