La historia es cíclica, se repite y el futbol profesional juarense no es la excepción.
Tal como ocurrió a fines de la década de los 90, cuando la mancuerna conformada por Álvaro Navarro -máximo directivo del equipo y representante de la familia De La Vega- y Miguel Ángel Garza, entonces presidente de Tigres UANL, dio origen a la franquicia Juárez Tigres, filial de los felinos, en la entonces llamada Primera División A; hoy, en Liga MX, la dirigencia de Bravos FC Juárez ha volteado a donde usual y primordialmente lo hace en busca de apoyo, ayuda o con el fin de establecer convenios de trabajo: a Nuevo León.
Así como décadas atrás, tras el acuerdo alcanzado entre Garza y Navarro Gárate llegó a esta ciudad un equipo con jóvenes futbolistas en sus filas como Iván Vantolrá, Mario Hernández Lash, Lucas Ayala, José Bontti y Germán Marcora a cargo del extinto entrenador argentino Osvaldo Batocletti, en el presente, debido a la buena relación de los citados personajes de pantalón largo, Garza llega al FC Juárez acompañado del timonel brasileño Ricardo ‘Tuca’ Ferretti.
Cargado de títulos y blasones con Pumas, Chivas y los propios Tigres tanto en el rol de jugador activo y principalmente como director técnico, con la intocable aureola de jamás ser despedido por un club en su trayectoria de 30 años en el banquillo en el futbol azteca, la contratación de Ferretti ha levantado mucho polvo y generado grandes expectativas entre los adeptos al equipo.
A inicios de mes, el golpe mediático llamó la atención incluso de la televisión nacional que muy rara vez dedica espacios importantes al club local -tal vez porque no lo merece- y, en las redes sociales la afición festejó la contratación del disciplinario entrenador que extraoficialmente gozará de un sueldo cercano a los tres millones de dólares anuales por un lapso de dos años.
Previo al arribo de la dupla Garza-Ferretti, las especulaciones y rumores estuvieron a la orden del día e inclusive, la realización de una auditoría de parte de CEMEX y del directivo Mauricio Culebro recién llegado al equipo de San Nicolás de los Garza al hoy presidente de Bravos por supuestos malos manejos y ´movimientos extraños´ en la contratación a diestra y siniestra de jugadores que habría salpicado al ‘Tuca’, -hecho publicado por periodistas de medios nacionales como el Francotirador-, supuestamente fue un factor que frenó su contratación.
Al final, con todo y este delicado antecedente, Alejandra de la Vega, presidenta del Consejo de Administración de Bravos apostó por Garza, quien ahora trabajará nuevamente con Navarro -favor con favor se paga-, apellido que suena muy fuerte para volver al equipo, ahora que Guillermo Cantú -a quien presumiblemente le hizo la vida de cuadritos- no está más en la institución.
La exitosa carrera de Ferretti de 30 años en el banquillo que incluye 11 títulos de liga -quien tendrá como auxiliar a Rafael Puente del Río- y su capacidad para levantar a un muerto llamado Bravos FC Juárez no está en tela de juicio, para nada.
Sin embargo, el pequeño gran pero está en el tema de la conformación del plantel, la materia prima indispensable para todo entrenador, el talón de Aquiles y punto flaco de Bravos, especialmente en los últimos dos torneos cortos.
A poco menos de un mes del arranque del Torneo Apertura 2021, programado para el 22 de julio, los fichajes bomba, los jugadores probados, de gran capacidad, que apuntalen a la escuadra y hagan la diferencia en la cancha, hasta ahora no han llegado a Bravos que viene de pagar una multa de 50 millones de pesos para evitar el descenso.
Los futbolistas contratados como el arquero Hugo González, el joven chihuahuense Adrián Mora, José Juan Manríquez, Jimmy Gómez, Fabián Castillo, no son garantía y tampoco nada fuera de lo ordinario.
Incluso Giovani dos Santos, quien suena fuerte para vestirse de Bravo no será un aporte significativo al conjunto, si se da su contratación.
La plantilla de extranjeros tampoco está para asustar a los rivales, el delantero paraguayo Darío Lezcano será una incógnita pues regresará de una operación, el español Pol García, de pobres resultados el torneo anterior genera más dudas que confianza en la zaga central y el paraguayo Víctor Velázquez tendrá que salir a reivindicarse en esa zona del campo.
Matías ‘Caco’ García deberá responder a las credenciales de estrella con las que llegó a esta frontera procedente de Gimnasia y Esgrima, el colombiano Ayron del Valle quien no se ha ganado la titularidad tendrá que luchar por ella, en tanto, apellidos como Armoa, Pávez, Mendieta -con altas probabilidades de salir del equipo- y Castillo, dicen muy poco o nada.
Entre los jugadores nacionales, entre lo más rescatable obviamente está el contención Joaquín Esquivel, seleccionado nacional que estará en ‘Tokio 2020’ y párele de contar.
Fuera de la cancha, en el tema administrativo, habrá que ver si Garza trabaja en la toma de decisiones y en la construcción o edificación de la estructura del club, desde la conformación de verdaderos semilleros de divisiones inferiores y un competitivo conjunto femenil hasta el primer equipo, en instalaciones deportivas al nivel para entrenar, un cambio de imagen en la ciudad y fuera de ella, así como cientos de detalles más con la sola idea de mejorar -labor que no hizo Cantú y su staff-.
A Título Personal y como hasta ahora se han dado las cosas en Bravos FC Juárez, tengo mis serias dudas en torno al éxito de la fórmula Ferretti-Garza.
¡Tiempo al tiempo!
