En un entorno digital, saber crear las contraseñas es algo esencial, tanto para interactuar en redes sociales, revisar correos electrónicos, conocer saldos en aplicaciones bancarias, hacer compras en tiendas en línea o suscribirse a una página que probablemente nunca se volverá a visitar.
A pesar de la importancia de este aspecto, muy pocas personas crean claves de acceso seguras. Probablemente por pereza o el mismo temor de olvidar algunos signos o caracteres, genera que los usuarios elaboren contraseñas sencillas, además de repetirlas en otras plataformas.
Sin embargo, reproducir esa práctica y omitir las advertencias de seguridad podría generar que los perfiles en línea estén al alcance de cualquier persona; incluso, la información personal podría caer en manos de delincuentes.
¿Qué evitar al crear una contraseña?
Una forma de mantener segura la información y cuentas bancarias es generar contraseñas que tengan una mayor cantidad de elementos. Además, cuando las claves tienen una mayor heterogeneidad, es decir, si utiliza diferentes letras en mayúsculas y en minúsculas, así como números, más signos, las probabilidades de que sean robadas es menor.
Otra cosa que se debe tener en mente es evitar palabras y números comunes o relacionadas con el usuario, por ejemplo, “contraseña”, “1234”, “asdfghj”, nombres, apellidos, fechas de nacimiento, entre otros.
Utilizar el nombre de usuario como código, también es un error que podría traer graves consecuencias, debido a que está disponible a simple vista y no hay nada que complique la obtención de la misma.
Si a esto le es sumado el hecho de utilizar las mismas llaves de acceso en todas las plataformas, los datos de los usuarios podrían ser obtenidos de manera secuencial. Es decir, cuando llegan a ser vulneradas las páginas con sistemas de seguridad sencillos, los intrusos adquieren nombres de usuario, contraseñas y correos registrados en ese sitio.
Por lo tanto, si encuentran información de cuentas bancarias y asocian la contraseña con uno de los puntos anteriormente mencionados, realizarán movimientos monetarios como si fueran el usuario.
¿Qué debe tener una contraseña segura?
Hay interfaces que obligan a los usuarios a llenar el apartado de contraseña con letras en mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. Pese a que esto es lo más apropiado, para garantizar la seguridad, hay a quienes les es molesto cumplir con las especificaciones.
Es recomendable usar códigos con mínimo 12 caracteres y, si es posible, superar la cifra para evitar que extraños hallen las combinaciones. Además, lo ideal sería utilizar letras y signos de manera aleatoria, como “jKyIL98gY)$3O*”
Por otra parte, si esto es demasiado complicado de recordar, también podría funcionar utilizar las siglas y referentes de la serie o anime favorito, como “GoTiCeDaEn4r1$*” o “SnKYmirFrtz9+”.
Es importante tener las contraseñas escritas en papel, en un lugar especial, como un respaldo, pero no es conveniente guardarlas en blocs de notas en el celular o computadora, ya que, si estos se extravían o son robados, tendrían que modificarse todas las claves.
Las contraseñas más utilizadas
De acuerdo con los datos de Statista, la secuencia que lidera la tabla de diez contraseñas más utilizadas y vulneradas, en el año 2020, fue “123456”, con más de 23 millones de incidencias. Mientras que la cuarta favorita de los usuarios “password” obtuvo la segunda posición al ser expuesta casi cuatro millones de veces.
Hoy en día, hay plataformas de código abierto que permiten la filtración de intrusos en sitios de internet. Sin embargo, el fenómeno de crear contraseñas simples refleja el descuido de los usuarios sobre los procesos de seguridad y la falta de atención a un tema tan delicado como es la información personal en medios digitales.