Uno de los problemas que causa este tipo de cuero cabelludo es que no es óptimo para muchas tendencias de peinado; además, dura muy poco tiempo limpio y no da una buena carta de presentación. La solución es sencilla y puedes lograr que se vea sedoso, limpio y con mucho volumen, si así lo deseas. A continuación, te contaremos cómo.
Antes de comenzar con los consejos, es importante que tengas en cuenta que la grasa natural del cabello sirve para hidratar y proteger la piel de las agresiones externas. Sin embargo, el problema radica cuando las glándulas sebáceas están más activas de lo normal y da un aspecto desagradable.
El primer paso no es el lavado sino el cepillado. La revista española especializada en belleza Mujer Hoy recomienda darle por lo menos un mantenimiento básico a nuestro cabello y así conservarlo sano, por lo que se sugiere cepillarlo al menos una vez al día antes del lavado, así se eliminarán los posibles residuos de la polución o de los productos de fijación; además, se mejorará el lavado en el cabello graso.
Cuando de agua se trata, el accionar correcto será lavarlo con champú dos o tres veces a la semana, esto dependiendo de cuán graso sea tu cabello. Consulta con un profesional sobre tu cabello antes de incluir un producto específico, especialmente si tienes cabello graso, ya que el champú idóneo (que será sin sulfatos) limpiará en profundidad y ayudará a regular la secreción de sebo.
El lavado debe ser frotar suavemente y evitar la brusquedad, ya que los movimientos bruscos pueden activar aún más, la glándula sebácea, por lo que los resultados serán opuestos a los deseados.
Con respecto a la temperatura del agua, esta debería estar tibia, según el portal español Clara, porque muy fría no ayuda a eliminar la grasa ni los residuos de productos, y si está muy caliente abrirá́ la cutícula en exceso y estropeará el cabello. Además, se deben evitar los artefactos de calor como secadores, planchas, rizadores.
