Por José Luis Rodríguez Chávez
Cada sexenio señalamos ¡este es el “pior”! En los mismos, hay políticas públicas de beneficio a los mexicanos, pero más allá decisiones, indefiniciones e ineficiencia que hunden al país.
La sociedad inmersa en la ignorancia -una parte- tomando partido en favor o en contra del gobernante en turno.
Solo recordar el sexenio de Vicente Fox, en este milenio. Nos mofábamos de sus “burradas”, de su léxico “chiquillos y chiquillas”, de su mujer Marthita, que compraba toallas muy costosas. Lo mismo de sus entenados, hijos de la Zaghun, que al amparo de su madre y del poder realizaron negocios millonarios.
Lo mismo fue con Salinas de Gortari, López Portillo, Echeverria Álvarez.
Pero somos de corta memoria.
Con Felipe Calderón, lo mismo, grandes negocios a sus cuñados, amigos y colaboradores. Y el baño de sangre nacional.
La impunidad al servicio de la patria.
Devaluaciones magistrales, saquen cuentas de 1970 al 2000, en treinta años cual fue la devaluación. Cifras exorbitantes, increíbles.
Qué decir del sexenio de Enrique Peña Nieto. Corrupción galopante, endeudamiento de la nación y devaluación. La pifia de un matrimonio con la gaviota.
Andrés Manuel López Obrador le tocó bailar con la más fea. ¡Un gobierno de cuarta!
Sosteniendo el peso frente al dólar. Con mínimo endeudamiento, comparado con los mega endeudamientos de los sexenios anteriores.
En lo personal, crítico el mayor defecto de AMLO…….
¡MENTIR!
Mintió y miente a un pueblo sabio, pero aderezado de ignorancia.
Hoy Andrés Manuel sabe que sostiene el país con alfileres, que día con día se va desmembrando su estrategia.
Violencia desbocada, imparable, permeando en todo el país.
Pobreza en aumento.
La corrupción ni que decir.
López Obrador se pone de ” pechito”, subido en la cuerda floja, con un pésimo manejo en materia de salud.
Logrando dividir al pueblo, aunque cada día la balanza se equilibra en su contra. Crecen los detractores de su gobierno y disminuyen los defensores de la 4t.
Con políticas en el tema de relaciones internacionales equivocadas, erradas. En dirección inversa a la ley de la gravedad.
Un presidente terco, necio, equivocado, perdido. Y en breve desamparado. En un futuro olvidado.
Quizás en el último lustro de esta década, termine exiliado en Cuba o Venezuela.
Se que pueden tener otros datos. ¡Pero estos son los míos!
José Luis Rodríguez Chávez.
