Un tiroteo en Beirut causó la muerte de al menos cinco chiitas libaneses, en lo que las autoridades dijeron que fue un ataque a los manifestantes que iban a participar en una marcha convocada por Hezbolá para exigir la destitución del juez que investiga la explosión en el puerto del año pasado.
Se trata de uno de los peores enfrentamientos que vive Líbano en años y pone de relieve una crisis cada vez más profunda en la investigación de la explosión de agosto de 2020, que dejó más de 200 muertos.
Los canales de televisión locales transmitieron imágenes de balas rebotando en los edificios y personas corriendo en busca de refugio.
En una escuela cercana, los profesores instruyeron a los niños para que se acostaran boca abajo en el suelo con las manos en la cabeza, dijo un testigo.
El ejército dijo en un comunicado que los disparos tuvieron como objetivo a los manifestantes cuando pasaban por la rotonda de Teyouneh, ubicada en un área que divide los barrios de los musulmanes chiitas y los cristianos.
Mientras el primer ministro, Najib Mikati, pedía calma, el ejército se desplegó fuertemente en el área y dijo que abriría fuego contra cualquier persona armada en la carretera.
El ejército informó de la detención de nueve personas sospechosas de estar relacionadas con los actos violentos una treintena de heridos.
