El cáncer de mama y sus síntomas

La incidencia del cáncer de mama no cesa. Con datos de 2018, la Organización de la Salud (OMS) lo clasifica como el más común entre mujeres de todo el mundo: hasta un 16% de la población femenina lo padece.

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Y el patrón se repite en América Latina.

Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, este cáncer es también la segunda causa de muerte por esta enfermedad entre las mujeres de las Américas, territorio que incluye a América Latina, el Caribe, Estados Unidos y Canadá. Cada año hay 462.000 nuevos casos y mueren hasta 100.000 personas.

Pero las estadísticas muestran un escenario peor para las mujeres de América Latina y el Caribe, donde se registra el 27% de los nuevos casos y el 16% de las muertes, frente al 24% y 14% de Estados Unidos y Canadá juntos.

Y las previsiones no son nada halagüeñas. Para 2030 se espera que haya un aumento de la incidencia del cáncer de mama con el doble de casos en América Latina y el Caribe que en Estados Unidos y Canadá.

Estos son los síntomas a los que tienes que estar más alerta, según los expertos.

  1. Cambios en la piel

La aparición de un nódulo o el endurecimiento de la mama es una señal típica (pero no la única). Generalmente no son dolorosos por eso es importante que la mujer se palpe y explore los senos con frecuencia y así logre identificar los cambios.

  1. Malformaciones

Los cambios en la forma del pecho también deben alertar. Y aquí hay variantes. Las malformaciones pueden tratarse del hundimiento de uno o los dos pezones, de mamas asimétricas o incluso si el movimiento de los senos es diferente entre uno y otro.

  1. Dolor y secreción del pezón

Si un pecho te duele, es señal de que algo no va bien así que intenta identificar más síntomas y acude al médico si algo se sale de lo normal, pero recuerda que debes distinguirlo de la molestia o la hipersensibilidad en los senos que algunas mujeres experimentan durante la menstruación.

También una señal de alerta muy clara es si al apretar el pecho sale líquido del pezón. A veces puede ser sangre, otras un líquido transparente.

Aunque no se pueden detectar los factores de riesgo para todas las mujeres, la OMS sí identifica algunos indicadores que pueden hacer a la mujer más propensa:

– Factores hereditarios

– Exposición prolongada a los estrógenos, ya sea por tener una menopausia tardía, un embarazo cerca de los 40 años o el consumo prolongado de métodos anticonceptivos orales y terapias de reemplazo hormonal.

Pero lo mejor es que hagas visitas periódicas al doctor para consultar cualquier duda y aprendas a conocer bien tu cuerpo.