La directora de Salud, Daphne Santana Fernández, comentó que las enfermedades de temporada son causadas por virus y bacterias que se propagan con facilidad a través de la tos y estornudos, por ello hay que seguir utilizando cubrebocas, respetar la distancia social de un metro y medio, así como lavarse las manos con regularidad.
Explicó que estas medidas no solo reducen la probabilidad de contraer resfriados y bronquitis, ya que también son esenciales para prevenir la propagación de la enfermedad COVID-19, un padecimiento respiratorio.
Además, indicó, es necesario prevenir cualquier cambio brusco de temperatura, ya que nuestro organismo cierra las arterias y venas cuando detecta esta situación, lo que provoca la aparición de anginas, infartos e incluso trombosis, que es cuando se forma un coágulo de sangre en una o más venas del cuerpo, generalmente en las piernas.
En otros casos, los cambios de temperatura pueden llegar a irritar y resecar los ojos, provocar congestión nasal, estornudos, resfriado, dolor de garganta, tos seca, dolor de cabeza, somnolencia, irritabilidad, ansiedad, mareos, e incluso infecciones como la neumonía.
Por ello se recomienda regular la temperatura de los ambientes entre los 24 y 27 grados centígrados, mantener la humedad de las habitaciones permitiendo la ventilación, evitar el cambio brusco de temperatura y permitir que el organismo se adapte gradualmente, abrigarse bien, consumir suficientes líquidos y alimentos ricos en vitamina C, y de ser necesario acudir a consulta médica y no automedicarse.
