Se le hizo a Chivas

El Rebaño Sagrado va al Mundial de Clubes tras coronarse en la final contra el Toronto FC en tanda de penales

0
573

Con angustia, en tanda de penales, Chivas se coronó campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf, al derrotar al Toronto FC en duelo que terminó 3-3 en el global, que se decidió desde los 11 pasos y que dio el boleto al Rebaño al Mundial de Clubes.

Ambos equipos propusieron desde el arranque, y el primer aviso lo dio el Toronto, en un mano a mano que Rodolfo Cota leyó a la perfección para anticiparse y dejar sin ángulo a Jozy Altidore.

El Guadalajara supo distribuir mejor el esférico, y pronto respondió. Una genialidad de Rodolfo Pizarro en los linderos del área le dejó medio gol a Orbelín Pineda, quien definió con clase para poner el global 3-1.

Sin embargo, lo que comenzaba a parecer una noche de tranquilidad, pronto volvió a tensarse con la réplica de los Reds. La zaga rojiblanca falló en el rechace del esférico, y Altidore lo aprovechó para mecer las redes tras una diagonal de Nicolas Hasler.

La estrategia del Rebaño volvió a ofrecer tranquilidad al rebosante Estadio Akron. El cuadro de Almeyda optó por distribuir el balón a ras del césped y en cuanto se abría algún espacio iba hacia adelante, con pocos riesgos. De esta manera lograban agotar los minutos sin sufrir la necesidad de su rival; pero este planteamiento no admite equivocaciones, y hubo una. Muy cerca de silbatazo del descanso, Giovinco remontó el tablero con facilidades de la defensa y del mismo Cota, quien vio cómo el cuero ingresó del lado de su poste.

El Rebaño arrancó mejor tras el medio tiempo. Pero Michael Pérez estuvo cerca de echar todo a perder con un puñetazo en el pecho que le dio a Giovinco, perdonándole el árbitro la tarjeta roja.

Instantes después, Jesús Godínez, quien había entrado de cambio, estrelló un balón en el poste y ahogó el segundo grito del Akron.

Del minuto 55’ en adelante se apagó totalmente el ataque canadiense y el Guadalajara fue amo y señor del encuentro, haciendo sufrir mucho al Toronto por los costados.

Se acercaron los minutos finales, y con ellos el agobio por lo que se hubiera significado un gol de cualquiera de los dos equipos. El Toronto se rearmó anímicamente y desperdició las opciones más claras al límite del tiempo regular, y en la tanda de los penales el temple no estuvo de su lado, con fallos de Osorio y Bradley. Este último voló el esférico a la tribuna, que lo recibió con un estallido ensordecedor que indicó un nuevo título para las Chivas.

Compartir