“Gracias a todos los que izieron (sic) esta bendición. Gracias Presidente Cruz, Gracias Bomberos”, expresó Gael su agradecimento con esta frase escrita en una cartulina.
“Gracias a Dios por el comandante Leonardo Solís Barraza, 1939. Es tradición. Gracias a Todos”, expresaba el escrito de Oliver.
Y que es los hermanos están muy agradecidos pues son huérfanos de madre, el padre se fue a los Estados Unidos a trabajar ya hace tiempo y olvidó a los niños, ni siquiera un saludo les ha enviado, y mucho menos para su sostenimiento, dice la abuela.
“Mi hija falleció desde el 2011, se sabe que el papá anda en Estados Unidos, pero nunca se ha hecho cargo de ellos, y pues desde entonces yo los cuido. Cada año venimos para que los bomberos me ayuden dándole un regalo a mis nietos”, expresó Jael Alemán, abuela de los menores.
“Admiramos el trabajo del Presidente Cruz Pérez Cuellar y el de los bomberos, es una gran ayuda que todos necesitamos, en especial los niños en estas fechas. Por cierto, yo ya ni los veo, seguro anda corriendo con sus bicis en el parque. ¡Pobrecitos, tanto que las han querido! Muchas bendiciones a todos los que han apoyado esta causa”, expresó.
Y en efecto, los hermanos estaban jugando con otros compañeritos igual de agraciados que ellos por el obsequio de los bomberos.
“¡Estamos muy felices! Estábamos pidiendo una bicicleta, siempre hemos querido una bicicleta, pero a mi abuelita no le alcanza. El año pasado no tuvimos suerte, si nos dieron un juguete, pero cuando nos tocó nuestro turno ya se habían terminado las bicis. ¡Pero ahora si alcanzamos, y una cada uno!”, dijo Oliver con una voz alegre y dibujando una gran sonrisa que se percibía a través de su tapabocas.
“Gracias Bomberos y Presidente Cruz”, dijeron al mismo tiempo los hermanos que se montaron en su bicicleta y se enfilaron al estacionamiento de El Punto, en donde una docenas más de niños jugaban unas “carreritas” con sus nuevas bicis que Santa Bomberos les dio.
