Por Royer Wa: una final no apta para cardiacos, los Bravos de Juárez recibían en partido de vuelta a los Alebrijes de Oaxaca, quienes venían con ventaja de un gol por cero en el partido de ida, los de Juárez tenían que remontar el marcador si querían obtener el triunfo, todo tenían a favor, un estadio lleno, jugadores experimentados y sobre todo, la experiencia de disputar finales, esta sería su cuarta final, por lo que las condiciones se daban para que dieran un partido explosivo.
Los Bravos salieron con todo desde un inicio, mientras que Alebrijes de Oaxaca venía con la intención de hacer un gol o sacar el empate a cero, las acciones se tornaban por demás dramáticas, ya que su majestad el gol no llegaba para los fronterizos, los minutos transcurrían pero no se movía el marcador.
La primera parte fueron “45 minutos muy cerrados, el alón se disputó más en la media cancha, con pocas llegadas para los locales pero sin concretar aunque fue más al frente pero sin obtener resultados.
Los Bravos insistían por ambas bandas, llegaban continuamente pero no se lograba el objetivo, Luis Telles fue quien estuvo cerca de abrir el marcador, sacó un disparo que se va por afuera y solo acaricia las redes, ambos equipos se fueron al descanso con marcador a cero goles en el global Alebrijes llevaba ventaja un gol por cero.
La segunda parte del partido inició, Alebrijes salió decidido a quedarse con la corona ya que saltaron a la cancha con un sistema más ofensivo, solo habían transcurrido tres minutos de la segunda parte cuando Rodrigo Noya al “48, saca un cabezazo que pone en jaque a Iván Vázquez Mellado quien de manera espectacular logra atajar el disparo.
Venían los Bravos, Leandro Carrijo pone de pie a los mas de 19 mil aficionados que se dieron cita, un balón en el área chica justamente en el área penal, ya casi en el suelo logra estirar la pierna y pegarle al balón y este pasa por encima de la portería de Edgar Hernández, solo quedó en un susto para los visitantes.
Una jugada clara de gol por parte de Lucas Da Silva quien se mete de lleno dentro del área y mete un cabezazo pero José Medina logra milagrosamente sacar con la cabeza, una jugada en donde se cantaba el gol que no fue, Rodrigo Prieto tuvo una más, encaró a Edgar Hernández quien achica muy bien y evita el gol de Bravos.
Raúl Enríquez, un experimentado del futbol entró de cambio e hizo la diferencia, un tiro libre en los minutos agonizantes del partido, se tiene confianza y es quien decide cobrarlo, se perfila y mira la portería, toma su distancia y decide tocar el balón, un balón con un toque especial y con destino al ángulo, un bello gol se estaba cocinando era el gol de la esperanza, los Bravos festejaban a lo grande el empate en el global, los Bravos tenían la oportunidad de remontar el marcador, un estallido en el Estadio Olímpico Lic. Benito Juárez era generalizado, todos festejaban lo que estaba ocurriendo en la cancha, con este gol se metían al partido.
Se vino el minuto “112, Lucas Da Silva se desmarca por la lateral izquierda, se va hacia el frente y manda el balón al centro para que Rodrigo Prieto estire la pierna y meta el balón a las redes de Alebrijes, la locura era evidente, todos festejaban a lo grande, los Bravos estaban a solo tres minutos de coronarse campeones.
Llegó su majestad la mala suerte, Daniel Cervantes congeló la fiesta que se estaba generando en Juárez, a dos minutos de terminar el partido una jugada dentro del área en donde queda el balón en los pies del jugador de Alebrijes le pone la cereza al pastel y el gol no deseado llegó, Alebrijes estaba condenando a los Bravos, ya no había tiempo ya no había nada ni un milagro haría que los Bravos sacaran el partido, el árbitro Jonathan Hernández mira su cronometro y pita el final del partido, de esta manera Alebrijes de Oaxaca y Bravos de Juárez definirían en tanda de penales.
Bravos de Juárez solo mete dos goles, Alebrijes mete 4, Oaxaca se corona campeón del Apertura 2017 de la Liga de Ascenso MX, los Bravos de Juárez se vuelven a quedar en la orillita.
Ahora los Bravos tendrán que seguir trabajando para volver a llegar a una final y lograr su máxima inspiración que es estar en la Primera División Profesional.
