Salvar vidas, la mayor satisfacción para las mujeres del Departamento de Rescate Municipal

Maribel Delgado Monsiváis y Karla Jaqueline Herrera Valles son dos mujeres que se desempeñan como paramédicos en el Departamento de Rescate Municipal de Protección Civil, quienes coinciden en comentar que la mayor motivación de su profesión es poder salvar vidas.

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Sus primeros pasos en este departamento llegan en 1996, cuando después de ser enfermera, decide ingresar al Grupo Tiburones, cuyos integrantes circulaban en bicicletas en el primer cuadro de la ciudad, brindando los primeros auxilios a quien lo requería.

“Nunca sentí discriminación como mujer, pero si algunos obstáculos para desempeñar mi labor, incluso de algunos ciudadanos que te ven llegar a un evento y no creen que tú puedas manejar la ambulancia porque la transmisión es estándar o que puedas cargar a una persona lesionada,” menciona Delgado Monsiváis.

Indicó que la profesión es dura, los horarios son pesados, pero cuando tienes la vocación de servir, el trabajo se te hace más liviano, además de que te desempeñas en lo que más te gusta.

Narra que cuando tenía un año como paramédico fue muy difícil, porque se estaba divorciando y con una hija a su cargo, era complicado atenderla, pero con muchos sacrificios y esfuerzo logro salir adelante y hoy goza de la compañía de sus tres nietos.

“Mis nietos me miran como su héroe, incluso a sus maestros o compañeros de escuela les dicen que su abuelita sabe lo que hay que hacer cuando ocurre un accidente; también ven pasar una ambulancia y de inmediato la relacionan conmigo”, menciona orgullosa.

Destaca que a lo largo de su experiencia ha enfrentado casos complicados, pero sin duda el que más la ha marcado es la explosión ocurrida en la empresa maquiladora Blueberry, en el 2013.

“Era impresionante llegar al lugar y ver a tantas personas lesionadas, el olor a piel quemada, combinado con el dulce que producían ahí, era muy fuerte, la gente salía con la piel derretida por el producto químico caliente que les había salpicado, entonces había que seleccionar a la gente para saber quien requería una intervención urgente y cuál podía esperar”, explico.

Para desempeñar este trabajo debes tener una verdadera vocación de servicio, dice Maribel, actuar con rapidez, incluso enfrentar a los familiares que en ocasiones no entienden que lo que haces es lo mejor para la persona lesionada, ellos solo esperan a que lo levantes y te lo lleves, cuándo a lo mejor requiere primero contener una hemorragia o estabilizarlo antes de trasladarlo al hospital.

Asegura que esta es una profesión que le apasiona, además de sentir una gran satisfacción cuando los familiares te agradecen, o las madres en labor de parto te preguntan tu nombre, porque así le pondrán a su bebe en tu honor, o cuando una niña te regala una flor porque salvaste a su mamá; son detalles que nunca se te olvidan.

Karla y su adicción por salvar vidas

Karla Jaqueline Herrera Valles nació en Ciudad Juárez, tiene más de dos años de desempeñarse como paramédico en el Departamento de Rescate Municipal, desde donde sirve a la comunidad atendiendo al llamado de emergencias que se presentan todos los días.

Ella es Técnico Superior Universitario como paramédico por parte de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ), llegó a la Dirección de Protección Civil para cumplir con su servicio social, pero después trabaja como voluntaria por más de un año antes de conseguir su plaza.

La paramédica explicó que tiene una gran responsabilidad, porque su trabajo es salvar vidas, donde tienes que dar lo mejor cada día, pues las personas lesionadas y sus familias te ven como una esperanza para sobrevivir y aliviar su dolor.

“No es un sueldo o un estatus lo que me tiene aquí, es la vocación de ayudar y la satisfacción que te da al terminar de brindar un servicio, saber que eres la diferencia para que una persona lesionada pueda recuperarse”, menciona Karla.

Indicó que hay que tener una gran fortaleza mental, incluso para tomar decisiones en los momentos más difíciles, ya que se debe actuar con rapidez para brindar los primeros auxilios a una persona que necesita ser estabilizada antes de llevarla a un hospital.

Karla dice que ha vivido todo tipo de experiencias, pero sin duda las más desgarradoras son cuando tiene que atender a niños y niñas en accidentes viales, explosiones o incendios, pues tratar de aliviar el dolor de los pequeños en escenarios complicados no es una tarea fácil.

“Pero cuando ves una sonrisa en una persona que acabas de atender o de sus familiares, cuando te agradecen por salvarles la vida, es cuando sientes esa satisfacción que no se paga con ningún sueldo y a pesar de las largas jornadas y las complicaciones del trabajo, te das cuenta de que estas en el lugar correcto”, expresó.

Karla Jaqueline comenta que al principio sí fue difícil ser aceptada en el Departamento de Rescate Municipal, incluso conseguir su plaza, pues querían contratar personal masculino, pero a través de este tiempo ha demostrado su capacidad y se ha ganado el respeto de sus compañeros.