Hoy, hacemos un llamamiento al cese inmediato de todos los ataques contra la atención de salud en Ucrania. Estos pavorosos ataques provocan muertes y graves lesiones entre los pacientes y los trabajadores de la salud, además de destruir infraestructuras de salud esenciales y obligar a miles de personas a renunciar al acceso a los servicios de salud, pese a la catastrófica situación de necesidad.
Atacar a los más vulnerables –bebés, niños, mujeres embarazadas y quienes ya sufren afecciones y enfermedades, así como a los trabajadores de la salud que arriesgan su propia vida para salvar la vida de otros– es un acto de crueldad inconcebible.
Desde el comienzo de la guerra, en Ucrania se han documentado 31 ataques contra la atención de salud a través del Sistema de Vigilancia de Ataques contra la Atención Sanitaria- en inglés, establecido por la OMS. Según los informes, 24 incidentes han provocado daños o la destrucción de establecimientos de salud, mientras que en cinco casos resultaron dañadas o destruidas ambulancias. Estos ataques han causado al menos 12 muertos y 34 heridos, y han afectado al acceso y la disponibilidad de servicios de salud esenciales. La OMS está en proceso de verificar otros informes, ya que se siguen notificando ataques pese a los llamamientos a la protección de la atención de salud.
Los ataques contra la atención y los trabajadores de la salud inciden directamente en la posibilidad de acceso a servicios de salud esenciales –especialmente para las mujeres, los niños y otros grupos vulnerables. Ya hemos constatado el aumento de las necesidades de atención de salud de las mujeres embarazadas, las que acaban de dar a luz, los niños más pequeños y las personas mayores en Ucrania, mientras que el acceso a los servicios se ve gravemente restringido debido a la violencia.
Por ejemplo, desde el comienzo de la guerra se han registrado más de 4300 nacimientos en el país y se espera que 80 000 mujeres ucranianas den a luz en los tres próximos meses. El oxígeno y los suministros médicos, en particular los utilizados para tratar las complicaciones del embarazo, se encuentran en un nivel peligrosamente bajo.
Es evidente que sistema de salud ucraniano está sometido a una presión considerable, y sería una catástrofe que se desmoronara. Se debe hacer todo lo posible para evitarlo.
El derecho internacional humanitario y el de los derechos humanos deben ser respetados, y la protección de los civiles debe ser nuestra principal prioridad.
Los asociados humanitarios y los trabajadores de la salud deben poder mantener y fortalecer de manera segura la prestación de servicios de salud esenciales, en particular la vacunación contra la COVID-19 y la poliomielitis, y el suministro de medicamentos vitales para los civiles en toda Ucrania, así como para los refugiados que cruzan a los países vecinos. Debe haber sin excepción servicios de salud en los cruces fronterizos, en particular los de atención rápida y de derivación para niños y mujeres embarazadas. Es fundamental que los agentes humanitarios tengan acceso seguro e ilimitado para llegar a TODOS los civiles en situación de necesidad, dondequiera que estén. El UNICEF, el UNFPA y la OMS trabajan con sus asociados para ampliar los servicios y apoyo vitales con el fin de atender las necesidades urgentes em materia de salud. Debemos poder entregar de forma segura los suministros médicos de emergencia –sobre todo los necesarios para la atención obstétrica y neonatal– a los centros de salud, las instalaciones temporales y los refugios subterráneos.
La atención y los servicios de salud deben estar protegidos de todos los actos de violencia y obstrucción. En medio de la pandemia de COVID-19, todavía en curso y que ya ha impuesto una enorme presión sobre los sistemas y trabajadores de la salud, los ataques pueden ser aún más devastadores para la población civil. Por el bien de los trabajadores de la salud, y por todas las personas en Ucrania que necesitan acceso a los servicios esenciales que aquellos prestan, los ataques contra toda la atención de salud y otras infraestructuras civiles deben cesar.
Por último, pedimos un alto el fuego inmediato que incluya el acceso sin restricciones para que las personas en situación de necesidad puedan acceder a la asistencia humanitaria. Es posible una resolución pacífica para poner fin a la guerra en Ucrania».
Firmas:
UNICEF Sra. Catherine Russell, Directora Ejecutiva
UNFPA Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva
OMS Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General
Con información de la OPS