Luego de dos años llegó él VIVE LATINO

Por dos días consecutivos la gente decidió dejar sus problemas fuera del recinto para sólo dedicarse a disfrutar. Y es que este festival tiene TODO lo que los mexicanos nos gustan: música sin parar, cerveza, comida grasosa y reencuentros.

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No sólo hablamos de música, también de aquellos emotivos reencuentros de amigos y familiares que se descubrieron bailando sin pena en algún escenario.

Desde el sábado a medio día miles de personas se dieron cita en el inmenso estadio, el sol hizo una tregua, aun así, la cerveza nunca paró de correr.

Había de todo y para todos los gustos. Desde aquellos enamorados que iban en parejas a entonar las canciones románticas de Camilo Séptimo y los que apelaron a la nostalgia como los fans de Moenía.

No se quedaron para nada atrás los que fueron a dejar el alma bailando una canción de Los Auténicos Decadentes o los que corearon las poderosas líneas de Residente.

Los beats de cada escenario y la emoción del público eran palpables desde la distancia. Hubo quienes optaron por ver a sus bandas favoritas desde gradas, otros que prefirieron escuchar podcast en vivo y otros más hasta ver las luchas.

MÚSICA = UNIDAD

La música conecta a las personas y el Vive lo dejó más que claro. Familias enteras, mujeres embarazadas, turistas, personas con discapacidad y amigos disfrutaron por igual un fin de semana que juntó a más de 80 mil almas por día.

El domingo el festival cerró a lo grande con dos bandas icónicas. Los Fabulosos Cadillacas abarrotaron el escenario principal y tocaron populares temas como ‘Calaveras y diablitos’ y ‘Matador’.

Por su parte, la Banda MS liderada por Sergio Lizarraga, puso a romancear al público con canciones como ‘Háblame de ti’ y ‘La maldición’.

Tanta era la emoción del público que cuando terminó de tocar la Banda MS, miles de personas corearon ‘Cielito Lindo’ mientras se dirigían a la salida.