El Instituto Guttmacher, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Especial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana de las Naciones Unidas publican hoy las primeras estimaciones basadas en modelos de las tasas de embarazos imprevistos y de abortos en 150 países, que ponen de manifiesto las grandes disparidades en el acceso a la atención de la salud sexual y reproductiva.
El estudio, que aparece en la revista BMJ Global Health, analiza estas tasas ente 2015 a 2019 con el fin de proporcionar información más detallada sobre el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva en países de todo el mundo, independientemente de su nivel de ingresos.
La Dra. Herminia Palacio, presidenta y directora general del Instituto Guttmacher, ha señalado: «Para elaborar políticas de salud sexual y reproductiva verdaderamente inclusivas y equitativas tenemos que entender lo que está ocurriendo en cada país. Disponer de datos actualizados y fiables no solo ayudará a conocer y encontrar soluciones a las disparidades, sino también a abogar por invertir con más inteligencia y repercusión».
Junto con las estimaciones, el Instituto Guttmacher ha publicado perfiles más detallados de los países para que los responsables políticos y las personas que promueven la salud puedan conocer mejor las necesidades de salud sexual y reproductiva de sus países y actuar en consecuencia, en particular en lo que respecta a la planificación familiar, incluidas la anticoncepción y la atención integral para el aborto.
Los promedios regionales esconden grandes disparidades en las tasas de embarazos imprevistos y de abortos
Las nuevas estimaciones indican que las tasas de embarazos imprevistos y de abortos varían considerablemente de un país a otro, incluso dentro de la misma región o zona geográfica. Las mayores variaciones se observaron en América Latina y en el África subsahariana, donde, por ejemplo, las tasas de embarazos imprevistos en los países oscilaron entre 41 y 107 y entre 49 y 145 por cada 1000 mujeres, respectivamente.
Estas disparidades no se deben únicamente al nivel de ingresos; en Europa, por ejemplo, la mayoría de los países con tasas de embarazos imprevistos superiores a la media regional están clasificados como de ingresos altos, mientras que los dos países con las estimaciones más bajas son de ingresos medios. Estos datos demuestran que, con independencia del nivel de recursos, se encuentran obstáculos para acceder a una atención sanitaria sexual y reproductiva eficaz y para gozar de ella.
Jonathan Bearak, investigador superior del Instituto Guttmacher y autor principal del artículo, explica: «Estas variaciones apuntan a la necesidad de invertir, incluso en las zonas con bajas tasas de embarazos imprevistos, para que las mujeres y niñas de todos los países puedan decidir cuándo tener hijos. La elevada proporción de embarazos imprevistos que acaban en aborto (de hasta el 68%, incluso en países que han prohibido totalmente esta intervención) ilustra la determinación clara de millones de mujeres y adolescentes de no aceptar un embarazo cuando no lo desean.
Aunque las estimaciones contribuyen enormemente a mejorar la calidad de las pruebas disponibles, sigue habiendo una necesidad urgente de aumentar la cantidad y la calidad de los datos. La disponibilidad de datos fiables sobre el aborto varía considerablemente en función de la región, desde el 12% de los países en Asia occidental y África septentrional hasta el 73% en Europa y Norteamérica. Si se invirtiera más en recoger datos específicos de cada país se podrían elaborar estimaciones con mayor certeza, controlar las tendencias y, tal vez, evaluar el impacto de los programas a gran escala en el futuro.
La salud y los derechos sexuales y reproductivos son un elemento esencial de la cobertura sanitaria universal y se necesitan para poner fin a la discriminación de mujeres y niñas. Estas estimaciones a nivel de los países ponen de manifiesto la importancia de invertir equitativamente en la atención integral a la salud sexual y reproductiva y servirán de fundamento para que los países apliquen las nuevas directrices de la OMS sobre los servicios de atención para el aborto de calidad.
La Dra. Bela Ganatra, directora del equipo de Prevención del Aborto Peligroso de la OMS, ha señalado: «Para gozar de buena salud, los habitantes de los países de todo el mundo necesitan tener acceso a un conjunto exhaustivo de servicios de educación sexual, a información y servicios de planificación familiar adecuados y a una atención para el aborto de calidad. Con este estudio se pretende ayudar a los países a reforzar sus servicios esenciales de salud sexual y reproductiva y a mejorar los resultados sanitarios, especialmente los de las mujeres y las niñas».
Notas
Las cifras y las tasas de embarazos imprevistos y de abortos en cada país, así como la proporción de embarazos que acaban en aborto, se elaboran mediante un modelo estadístico.
Este modelo integra y utiliza todos los datos disponibles sobre el deseo de logar un embarazo y sobre el aborto entre las mujeres en edad reproductiva recogidos en los diferentes países y territorios.
El Instituto Guttmacher
El Instituto Guttmacher es una de las organizaciones más importantes en materia de investigación y normas sobre salud y derechos sexuales y reproductivos, tanto en los Estados Unidos de América como en todo el mundo, y se dedica a promoverlos.
El Programa Especial de Investigaciones, Desarrollo y Formación de Investigadores sobre Reproducción Humana
El Programa Especial PNUD/UNFPA/UNICEF/OMS/Banco Mundial, principal instrumento del sistema de las Naciones Unidas sobre investigación en la esfera de la reproducción humana, reúne a instancias normativas, científicos, profesionales de la salud, médicos, consumidores y representantes comunitarios con la finalidad de definir las prioridades de la investigación y llevar esta acabo para mejorar la salud sexual y reproductiva.
La Organización Mundial de la Salud
La OMS, un organismo del sistema de las Naciones Unidas fundado en 1948, vincula a países, asociados e individuos para promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables, de modo que todas las personas, en todas partes, puedan alcanzar el mayor grado de salud posible.