COVID-19 presenta una oportunidad para fortalecer la salud mental en las Américas

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La carga de las condiciones de salud mental en las Américas aumentó como resultado de la pandemia de COVID-19 y esta situación se ha visto exacerbada por determinantes sociales de salud como la pobreza, concluyeron funcionarios de salud de alto nivel durante un evento paralelo a la 30ª Conferencia Sanitaria Panamericana.

“La pandemia de COVID-19 ha afectado negativamente la salud mental y el bienestar de todos, en todas partes”, dijo la Dra. Carissa Etienne, Directora de la OPS, en la apertura del evento de ayer, “Aprovechando las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19 para abordar la Desafíos de Salud Mental de la Región para el Futuro”.

“Hemos visto dispararse los índices de estrés, depresión y ansiedad en nuestra Región, y las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad, que tradicionalmente han experimentado una mayor carga de condiciones de salud mental y también tienen un acceso desigual a la atención, se encuentran entre las más afectadas”. La Dra. Etienne agregó, destacando que los jóvenes también se han visto afectados de manera desproporcionada.

Un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró que la prevalencia global de ansiedad y depresión aumentó en un 25% solo en el primer año de la pandemia.

En las Américas, la COVID-19 exacerbó un problema ya crítico. La región enfrenta crecientes tasas de suicidio, con algunos países experimentando las tasas de suicidio más altas del mundo.

Los servicios de salud mental han estado insuficientemente financiados de forma crónica, con recursos inapropiadamente dirigidos a instituciones mentales en lugar de al primer nivel de atención en la comunidad. Frecuentemente hay también una escasez de profesionales de salud cualificados. Las barreras para la atención son comunes e incluyen el estigma y la discriminación, además de políticas que no promueven ni protegen los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental.

En el evento se examinaron los múltiples factores que contribuyen a la mala salud mental, con el objetivo de priorizar la salud mental como un pilar para promover la salud, y se destacó que no hay salud sin salud mental a medida que las Américas se recuperan de la pandemia de COVID-19.

“Los Estados Miembros de la OPS encontraron enfoques innovadores para responder a las demandas de salud mental durante la pandemia de COVID- 19, incluyendo el uso de la telesalud”, dijo la Directora de la OPS.  “Pero se necesita mucho más para asegurar una verdadera transformación de la salud mental a través de acciones políticas al más alto nivel, el fortalecimiento de las asociaciones multisectoriales, inversiones en infraestructura, recursos humanos y servicios.”

Durante la 30ª Conferencia Sanitaria Panamericana, los Estados miembros también debatieron y aprobaron una Política para la Mejora de la Salud Mental, cuyo objetivo es ayudar a los países a fortalecer e implementar políticas para mejorar la salud mental en la región.

En mayo de 2022, la OPS también estableció una Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 para apoyar a los Estados Miembros en la mejora y el fortalecimiento de la salud mental en las Américas.

Citas seleccionadas de participantes de alto nivel en el evento paralelo:

Carolyn Bennet, Ministra de Salud Mental y Adicciones, Canadá

“Está claro que la pandemia de COVID-19 presentó desafíos significativos para nuestro sistema de atención médica. Pero también podemos ver que ha actuado como un catalizador para que las personas sean quizás más abiertas sobre su salud mental, reduciendo el estigma y ayudándonos a trabajar hacia un cambio positivo con una innovación impresionante, especialmente la atención virtual”.

Theresa Tan, Directora de Salud Pública, Canadá

“La pandemia de COVID-19 ciertamente ha resaltado, de manera masiva, que la salud mental está interconectada con todos los demás desafíos complejos de salud pública, por lo que usar un enfoque de salud pública para la salud mental puede ayudarnos a avanzar en nuestros esfuerzos para promover una salud mental positiva, construir una resiliencia del sistema y de la población y responder de manera más eficaz a las necesidades de salud mental en tiempos de crisis”.

Ian Gooding-Edghill, Ministro de Salud y Bienestar de Barbados

“Vivimos tiempos muy inciertos, pero somos conscientes de que el cambio climático es real y no solo afecta a nuestras frágiles economías, sino que también afecta a las personas, sus familias y comunidades a un nivel muy personal. Cada temporada de huracanes durante los últimos diez años fue más activa que el año anterior. Las olas de calor son cada vez más comunes, y las inundaciones y las sequías son habituales. Las personas de toda la región están cada vez más preocupadas por el cambio climático, y la ansiedad, la depresión, los trastornos de estrés postraumático y el trauma del cambio climático son cada vez más frecuentes”.

Carla Vizzotti, Ministra de Salud de la Nación de Argentina

“La pandemia de COVID-19 puso en evidencia la importancia que tienen la primacía de los cuidados individuales y colectivos, y la construcción de consensos para el bienestar psicosocial, la promoción de la salud y la capacidad de dar respuesta en red ante la ocurrencia de cualquier tipo de emergencia.”

Epsy Campbell Barr, exvicepresidenta de Costa Rica y presidenta de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental de la OPS

“Necesitamos priorizar la salud mental en todas las políticas, entender que la salud mental es fundamental para el pleno disfrute de los derechos, es necesario posicionar el compromiso de los Estados Miembros en lograr la cobertura universal de salud de los derechos humanos para todas las personas”.

Néstor Méndez, Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y Copresidente de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental de la OPS

“Si bien anhelamos un regreso a la normalidad que surja de la pandemia de COVID-19, no debemos aceptar el modelo de seguir haciendo lo mismo para la salud mental. Tal resultado no garantizará a cada individuo su derecho fundamental a la salud mental y privará a las personas y comunidades de la oportunidad de alcanzar su pleno potencial. Además, seremos vulnerables a las amenazas constantes a nuestra salud mental, como futuras pandemias y, en particular, el cambio climático”.

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS

“Hay que mantener la lucha. Necesitamos asegurarnos de que la salud mental esté constantemente en la agenda y que invirtamos en ella y que se tome en serio. En la OMS tenemos que mantenerla visible, hablar de ello a diario y movilizar a nuestros líderes políticos para que tomen la iniciativa”.