Por Raúl Ruiz
Conforme se acercan los tiempos de campaña. Los políticos “descubren” que las redes sociales ayudan a la promoción de sus ofertas.
Lo que no saben es que también los pueden perjudicar.
Sobre todo, a los que se avientan con todo, y a lo… tarugo.
Suponen que, con poner diariamente una foto, o un video aderezado con una estupidez, están ganando imagen.
Pero puede ser que la estén perdiendo, o demeritando.
Me explico.
Los expertos en marketing digital, dicen que para que funcione una estrategia de imagen pública se requiere de un diseño, un enfoque, y una definición del target a quien van dirigidos los mensajes.
Se administra con cuidado la descarga de información en tiros precisos.
Y no se suelta una metralla de fotos a cada rato o videos que cansan a su auditorio. Llegan a caer gordos. Esto le está pasando a Ebrard, en poco menos de dos semanas.
A esto, se le llama sobre exposición de imagen.
Gastan a lo estúpido.
Por otro lado, la gran mayoría de los políticos de hoy, no quieren invertir en asesores de imagen pública.
Suponen que, porque las redes están abiertas, es cosa de poner la foto y esperar un like.
Otros compran likes para decir “mira, cuantos lectores tengo”. Pero casi seguro, que ninguno de esos fue tocado por el interés de votar.
O sea que están perdiendo tiempo y dinero.
El uso de las redes sociales es un placebo. En su imaginación, piensan que son famosos por sus publicaciones “interesantísimas” y que por lo tanto serán beneficiados por el voto.
Suponen que quien los ve, deglutirá sus mentiras sin problema.
Suponen también, que, si se disfrazan como los superhéroes, o personajes famosos, ganarán simpatía. No conciben que la ridiculez no abona a la imagen, sino que la deteriora. Otra vez el caso de Ebrard, pintarrajeado de Katrina. En un desfile popular. Ni siquiera con el outfit adecuado. O el disfraz completo. Sólo el rostro pintado y una camisa blanca.
Como aquella vez que mi amigo Carlos Angulo se maquilló como el Guasón y salió a la tele dando un mensaje político.
Hay otros, que suponen serán apreciados y elegidos por los hombres de “buena voluntad”, sólo por enviar en cada momento bendiciones y expresiones como: “Conmigo Dios por delante”, “que mi padre Dios les haga un día productivo”, “Dios pone a prueba a sus ángeles más guerreros, y por eso estoy aquí “, etc.
A menos que seas un cura, ministro o misionero, puedes sonar auténtico. El resto, está en tela de juicio.
Al César lo que es del César, y a Hiram… ¡que le vaya bien!
El punto es que hay que sonar congruentes a tu personalidad, no puedes aparecer como muy deportista luciendo una panza chelera; o muy intelectual con un bote de cerveza y la banda norteña a todo volumen.
A continuación, les doy una lista de personajes de la política que usan el Facebook y el Instagram diariamente para promover su imagen, presumir su outfit, alardear sobre sus avances, o hacer propuestas a futuro.
El orden en los que aparecen, son los que a mi juicio tienen mayor incidencia durante el día, o semana.
No necesariamente tienen gran impacto o son los más creíbles, pero son los más vistos, así, en este orden.
CORCHOLATAS
- Marcelo Ebrard
- Ricardo Monreal
- Fernandez Noroña
- Augusto López
- Claudia Sheinbaum
Otros partidos
- Miguel Osorio Chong
- Luis Donaldo Colosio Jr.
- Lily Tellez
En Chihuahua
- Maru Campos
- Juan Carlos Loera
- Javier González Mocken
- Raúl García Ruiz
- Adriana Fuentes
- Daniela Álvarez
- Marisela Terrazas
- Mario Vázquez
- Cuauhtémoc Estrada
- Francisco Sánchez
- Benjamín Carreras
- Andrea Chavez
En Juárez
- Cruz Pérez Cuéllar
- Oscar Ibañez
- Javier Meléndez
- Rogelio Loya
- Sergio Nevarez
- Jesús Salais
- Esther Mejía
- El Puma
- Juan Domínguez
REGIDORES
- Joob Quintin
- Antonio Domínguez
- Ana Estrada
- Austria Galindo
- Amparo Beltrán
Finalmente. Gran error despreciar la importancia de los medios tradicionales.
Ahorrar en medios como televisión, radio, o periódicos digitales, video columnistas e influencers, puede ser engañoso.
Hay otros personajes que no aparecen en estas listas. Pero no porque tengan sus muros inactivos. Sino porque son los menos vistos.
Sigamos observando.
Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO
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