Un joven de Baja California visitó la tumba de su mejor amigo para volver a jugar con el videojuegos, como se lo prometió antes de su muerte
La promesa entre dos verdades amigos se cumple ante cualquier circunstancia, incluso después de la muerte, así lo demostró un joven de Mexicali, Baja California, que llevó su consola y videojuegos al panteón para disfrutar de la compañía de su mejor amigo una vez más.
En una serie de imágenes que han sido compartidas a través de redes sociales, se observa como un grupo de hombres están reunidos alrededor de una tumba y frente a ellos tienen una televisión con el FIFA 23, nueva entrega de la conocida zaga que se estrenó en septiembre de este año.
Hasta después de la muerte siempre estás bien presente compadre Jesús Enrique Buzz y bien querido”, se lee en la publicación de Facebook que fue replicada en todo el país.
De acuerdo con la historia, que fue contada por los propios jóvenes y la familia del fallecido a un medio de la localidad, el pasado Día de Muertos los amigos del conocido como “el gordo”, fueron a visitarlo al panteón para cumplir una promesa.
Antes de su fallecimiento en agosto de este año, un mes antes del lanzamiento del nuevo FIFA, su mejor amigo le prometió que sin importar lo que pasara, ellos jugarían nuevamente ‘unas retas’, como lo habían hecho durante mucho tiempo.
Raul Ramírez, el amigo del joven fallecido, invitó a otros amigos que también solían jugar videojuegos con ellos, aunque pocos fueron los que asistieron.
Lejos de desanimarse, disfrutaron el tiempo de calidad y el recuerdo de su amigo, por lo que decidieron adornar la tumba con flores y fotos de grandes momentos, llevaron una hilera con cerveza, botana y sus juegos favoritos.
Fuimos a visitar a un gran y querido amigo que partió este agosto para estar con Papá Díos, su amigo Raúl Ramírez le prometió llevar el play para seguir jugando, invitó a gente con la que siempre jugaban y se reunían a jugar FIFA”, dijo otro de los asistentes.
Los amigos llegaron a las 14:00 horas para acomodar todo y se quedaron hasta después de la 1 de la mañana, para despedirse de su amigo y prometer regresar para jugar nuevamente cuando sea el momento correcto.