ACARREO 2.0

Por Raúl Ruiz

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Quiero dejar patente una vez más, que yo estoy a favor del trajín de simpatizantes en cualquiera de las modalidades que se presente, siempre y cuando no se ejerza coacción contra ningún participante, o se utilice el recurso público para lograrlo.

Los partidos políticos, las sociedades civiles, los aspirantes al poder o los que quieren sostenerse en el poder, y pretendan manifestarse, difundirse masivamente, creo tienen derecho a utilizar cualquier instrumento a su alcance para lograr su objetivo.

Pienso que el criterio de no permitir que se traslade a grupos de ciudadanos a los actos públicos, incluso prohibir que puedan acercarlos a las urnas a quienes no tienen vehículo, es una negligencia.

De igual modo, prohibir que una persona, un candidato, pueda pronunciarse políticamente, o pedir su voto a la ciudadanía, en cualquier tiempo, es una limitación grave a su derecho de libre expresión, es intentar mutilar su pensamiento.

Reducirlo a “los tiempos electorales”, acotarlos así, es disminuir la democracia.

Creo también que el uso de los medios de comunicación para difundir pensamiento, ideas y buscar simpatizantes, no debe prohibirse bajo la amenaza de descalificación, multa, o coacción ninguna, si no son tiempos electorales.

Igualmente, estoy en contra de la necedad de calificar actividades de acercamiento con la gente, como un terrible episodio al que se le acuse de actos anticipados de campaña.

En la democracia, debe permitirse que los que aspiren al poder, puedan estar en campaña permanente.

Los funcionarios públicos, legisladores y gobernantes, sí deben limitarse a no participar en esto, estando en horario de sus funciones.

Solo así, el electorado podrá reconocer entre esa gran oferta, al candidato de su preferencia.

Traigo esto a cuentas, porque en los recientes eventos, realizados por los dos grupos antagónicos en el país, se utilizó EL ACARREO, como instrumento para nutrir sus tropas en las calles.

Entendiéndose por tal, el uso de recursos para la movilización de personas.

No voy a entrar en discusión si unos lo usaron poquito y los otros muchote. Ambos hicieron uso de la herramienta.

Lo mismo de la entrega de emolumentos para comida, o avituallamiento directo a la gente que participó en las marchas.

¿Se vale? Sí.

Aquí la cosa es, ¿Pero con el uso del dinero público? Eso no se vale.

Sin embargo, ¿Se puede probar el posible desvío de recursos públicos para patrocinar un ACARREO?

Muy difícil.

La concentración masiva lograda por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 27 de noviembre, sin duda es para la historia.

Y supera las posibilidades de un ACARREO vulgar.

Nos encontramos ante el parteaguas donde el acarreo dejó su concepto original, para transformarse en ACARREO 2.0.

¿Cómo se logra ‘acarrear’ a 1.2 millones de simpatizantes? Se necesitarían 30 mil camiones. Lo cual resulta prácticamente imposible de conseguir.

Alguien me filtro un dato: “sabemos que se contrataron 1787 camiones para el traslado de la gente, de los diferentes estados”.

Si esto fue cierto, se transportó con eso a 71,480 personas.

¿Y el otro millón y 121,520 que sobran?

Este “acarreo” tuvo más efectividad con el carisma de Andrés Manuel, que, con el pago del traslado o la entrega de una torta y un refresco, como lo hacía el PRI, en sus mejores épocas.

Tal vez se haya hecho entrega de una lana en mano propia. Se habla de 500 pesos por persona. Pero nadie puede asegurarlo con los pelos en la mano.

Pero, haiga sido como haiga sido, diría Calderón, el hecho es que se movilizaron más de un millón doscientos mil morenos, para mostrar el músculo, la fuerza de su poder. Contra 200 de los conservadores.

La proporción es de 6 contra uno.

Estos números representan la más reciente encuesta de popularidad y simpatía. No se necesita gastar en encuestas ‘cuchareadas’.

Negarlo, es cerrar los ojos, y hacerse el loco.

Por lo pronto, no hay manera de hacerles entender a tantos “cabezones” que su presidente es un dictador y que está llevando al país derechito a la quiebra.

Esa estrategia la estuvieron trabajando por cuatro años y les falló terriblemente.

“AMOR, CON AMOR SE PAGA”

Les dijo AMLO a los delirantes seguidores, abriendo los brazos en cruz, como Jesucristo, y luego simular un gran abrazo como seña de que todos están protegidos por su poder. Para finalizar con la palma derecha en el pecho como indicativo de que todos están en su corazón.

El cierre final… ¡a esto, le vamos a llamar, HUMANISMO MEXICANO.”

Nomamespancho.

De un salto espectacular, pasó a consagrarse de El Rey del Cash, a EL REY DEL ACARREO 2.0.

Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO

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