Al menos 11 mil policías vigilarán la capital del país ante las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, exigiendo que se adelanten las elecciones.
Con más de 11 mil elementos de la policía esperándolos, miles de manifestantes tomarán la capital de Perú para pedir la dimisión de la presidenta, Dina Boluarte, después de que una nueva muerte en enfrentamientos en el sur del país aumentara aún más la tensión.
“Tenemos 11 mil 800 efectivos policiales en las calles para el control de disturbios, tenemos más de 120 camionetas y 49 vehículos militares, y también la participación de las fuerzas armadas”, dijo el jefe de la Región Policial Lima, el general Víctor Zanabría. “La policía está en alerta máxima”. Varias estatuas y monumentos del centro de la capital estaban envueltos en lonas de plástico para protegerlos de eventuales daños.
Dos muertos y un herido grave dejaron el miércoles un enfrentamiento entre manifestantes y policías en Macusani, en el sur de Perú, señaló en un comunicado el hospital San Martín de Porres de Macusani, ciudad andina de la región de Puno, cerca de la frontera con Bolivia. Con este deceso asciende a 43 el número de fallecidos desde que se inició la crisis, el 7 de diciembre. El Ministerio de Salud de Perú ha declarado en alerta roja a los hospitales y otros centros sanitarios debido a los enfrentamientos y congregaciones de multitud de personas en la capital, Lima, así como en otras regiones.
Según las fotografías difundidas por medios locales, la comisaría de la ciudad fue quemada durante los enfrentamientos. Agentes de policía fueron rescatados por un helicóptero durante el ataque a la comisaría, señaló el canal N de televisión, sin mostrar imágenes.
La “toma” de Lima contra Boluarte
Los manifestantes reclaman la renuncia de Boluarte, así como la convocatoria inmediata de elecciones en Perú. Los manifestantes se han mostrado inconformes con la última resolución del Congreso que dictaminó la realización de las elecciones hasta 2024.
“En Lima, la lucha tendrá más peso. Cuando nos reprimen en nuestras regiones, nadie lo menciona”, aseguró Abdon Félix Flores, de 30 años, un campesino que se dice listo “a dar su vida”. Salió el domingo de Andahuaylas, epicentro de las manifestaciones en diciembre, para llegar a Lima el martes.
Ha sido imposible conocer hasta el momento el alcance de la movilización y cuántas personas llegaron a Lima, pese a los diversos anuncios que circulan. Antes de que fuera anunciadaa las muertes en Macusani, el miércoles por la noche, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) dio una conferencia de prensa.
“La lucha del pueblo peruano no acaba mañana, la lucha va a continuar si es que se pretende que la señora Dina Boluarte no escuche al pueblo”, dijo Gerónimo López, quien convocó a la huelga. “Es una movilización justa, democrática, de ciudadanos que han llegado de las regiones y también de acá, de Lima, donde están exigiendo la renuncia inmediata de Dina Boluarte, convocatoria a nuevas elecciones este año 2023 y el cierre del Congreso”, añadió. “Es una huelga cívica popular nacional con movilizaciones pacíficas de organizaciones de diferentes regiones, evitando todo acto de vandalismo”.
Aunque el gobierno decretó el domingo un estado de emergencia por 30 días en Lima, Cuzco, Callao y Puno (donde se encuentra Macusani), el dirigente sindical precisó que los organizadores no solicitaron autorización para la concentración.
“No hay autorización de la policía, nunca se pide autorización para una manifestación social, no es una obligación que nos autoricen”, aseguró, a pesar de que el estado de emergencia suspende las libertades de reunión y circulación, además de permitir la intervención del ejército para el mantenimiento del orden.