HOMEOSTASIS POLÍTICA

Columna Cartapacio por Raúl Ruiz

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La homeostasis se refiere a la facultad que tiene el ser humano para mantener un ambiente interno estable en su organismo.

Esto incluye mantener una temperatura corporal consistente, niveles de azúcar en sangre, y otros procesos fisiológicos.

Se logra a través de una combinación de mecanismos fisiológicos, incluyendo bucles de retroalimentación que detectan cambios en el ambiente interno y responden para corregirlos.

La homeostasis es esencial para la supervivencia y el funcionamiento adecuado de los organismos.

El cuerpo mantiene la homeostasis para muchas variables además de la temperatura.

Por ejemplo, la concentración de diversos iones en la sangre debe mantenerse constante, junto con el pH y la concentración de la glucosa.

Pero también hay…

Homeostasis cognitiva.

Se supone que la motivación, es resultado de la interacción de cogniciones y conductas.

Se trata de una teoría homeostática; está dada por el equilibrio entre las necesidades y su satisfacción.

Cuando las necesidades no son satisfechas, se produce un desequilibrio interno.

Como seres humanos, tendemos a guardar una coherencia interna.

Quienes no lo logran, se dice, son unos desequilibrados.

Para ello, nuestros pensamientos, creencias, actitudes y conductas deben estar alineadas, manteniéndonos en equilibrio.

Sin embargo, en nuestra vida diaria se nos presentan diferentes acontecimientos, crisis o problemas que nos hacen tambalear.

Esto nos genera un conflicto interno que, normalmente, queremos evitar a toda costa.

Y para no buscarle mucho, le llamamos estrés, o sea, la incapacidad de poder equilibrar nuestro interior.

Es entonces cuando entra en juego la facultad que tenemos como personas para volver a un estado de armonía y calma interna, de eso se trata la consistencia cognitiva o psicológica.

Cuando se produce este desequilibrio, se ponen en marcha diferentes mecanismos para reducir la tensión o disonancia cognitiva.

Hasta aquí una larga introducción al tema; si quieres ahondar un poco más, hay que revisar lo que

Festinger y Heider, escriben al respecto.

El tema de la homeostasis viene a cuentas hoy, porque como seres humanos, tendemos a guardar una coherencia interna.

¿Cierto?

Y en una sociedad como la nuestra, plagada de atentados, balazos, secuestros, extorsiones, desastres naturales, violencia galopante y otros males, nos sumergimos en un espacio al que los especialistas le llaman efecto crisis.

Ocurre cuando una persona, ha experimentado una situación de peligro, como las que mencioné líneas arriba, y tiene la percepción de que un acontecimiento de la misma índole se repetirá en cualquier momento.

Desata una paranoia incontrolable.

Pero, si luego de haber pasado el incidente, surge un factor confortable, grato, que le proporcione confianza, le ocurre lo contrario y se instala la creencia de que nunca más vivirá algo semejante.

Pues bien, amigos míos, esto es exactamente lo que no procura nuestro gobierno.

No tienen idea de cómo generar homeostasis política. Buscar, el cómo mantener un ambiente interno estable.

Se supone que las fuerzas policíacas deben, no solamente contener la violencia, atrapar criminales, corretear narcomenudistas y coadyuvar en los conflictos de violencia intrafamiliar.

Sino, buscar fórmulas que generen confianza en la población y no crear sospecha, miedo, recelo.

Pero para eso, las corporaciones necesitan equipos de entendimiento diverso. No solamente de razonamiento policíaco.

Me refiero a un colectivo de respuesta homeostática social, conformado por sociólogos, psicólogos, abogados, trabajadores sociales, etc.

Que pongan en marcha programas homeostáticos para guardar el equilibrio social.

Intelecto y fuerza policíaca para preservar el orden y producir temperaturas agradables en la nata de la sociedad.

O usted que opina.

Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO

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