Hace ya algunos años que utilizo la ciencia de la Prospectiva para mi trabajo como analista político y como consultor en la construcción de escenarios futuros.
Instrumento que ofrezco a clientes que requieren afinar su visión en materia política.
A esto, podríamos llamarle, el uso de la prospectiva en la política.
Se trata de obtener información sobre lo vivido, lo ya experimentado, el historial; observar el presente y anticipar el futuro.
Parece simple. Lo complicado es darle la lectura correcta.
Máxime si tu diagnóstico está colmado de turbulencias en el horizonte.
Luego de muchos ejercicios en los que a través de este instrumento han definido rutas hacia el poder, y con lecturas de novedosas teorías con autores como Peter Schwartz, Smil Vaclav, Marcus Barber, Aharon Hauptman y otros, encuentro que la CIENCIA DE LA PROSPECTIVA, tiene múltiples utilidades que nos conducen hacia los albores de una CULTURA POLÍTICA PROSPECTIVA.
El término no es mío, lo escuché en voz de uno de los compañeros del Seminario permanente de prospectiva de la FCPyS de la UNAM, que dirige la doctora, Guillermina Baena Paz, vía zoom, donde he sido invitado.
Pero a mí me permite concebir otros derroteros que amplían el espectro de influencia que ofrece el estudio de la prospectiva,
Para mis intereses, forjar habilidades anticipatorias en eventos inesperados, pero sobre todo, alimentar inteligencia prospectiva.
Descubrir cómo crear estrategia política.
El estudio de la CIENCIA DE LA PROSPECTIVA, nos enseña principalmente cómo observar los eventos inesperados, para anticiparnos a proteger nuestra fragilidad humana.
Desde 1970 fui mordido por el interés de descubrir los escenarios futuros a través de herramientas como la lógica, la psicología, la teoría del caos.
Y los trabajos de Alvin Toffler y Anthony Guiddens, marcaron parte de mi formación académica.
‘El Shock del Futuro’, ‘La Tercera Ola’, y ‘Un Mundo Desbocado: los efectos de la globalización’, fueron textos que me estremecieron y me provocaron la tendencia a cultivar este conocimiento.
Al paso del tiempo, encuentro que el estudio de esta ciencia, aglutina a varios académicos de habla hispana a intercambiar experiencias en este seminario permanente que ofrece la doctora Guillermina Baena Paz… vía zoom.
Como lo ofrecí, les traigo algunos apuntes.
Hoy solo trataré dos temas:
LA TEORÍA DEL CISNE NEGRO, de Nassim Taleb, y su TEORÍA DE LAS “WILD CARDS”.
Teoría del cisne negro.
La teoría del cisne negro es una metáfora propuesta por el escritor Nassim Nicholas Taleb en su libro “El cisne negro: la imprevisibilidad de los acontecimientos extremos” (2007) para describir eventos inesperados e impredecibles con un gran impacto.
Según Taleb, estos eventos son imposibles de prever y tienen un gran impacto en las personas, las organizaciones y las sociedades.
La metáfora del cisne negro se refiere a la idea de que, en el pasado, se pensaba que todos los cisnes eran blancos, pero cuando se descubrió que existen cisnes negros, esto cambió la forma en que se percibían los cisnes en general.
De manera similar, los eventos extremos e impredecibles también cambian nuestra percepción del mundo y nuestra capacidad para predecir el futuro.
TEORÍA DE LAS “WILD CARDS”
La teoría de las “wild cards” es una idea relacionada con la teoría del cisne negro.
Se refiere a eventos impredecibles e inesperados, pero a diferencia del cisne negro, tienen un impacto global y pueden tener una gran influencia en el curso de la historia.
Estos eventos pueden ser naturales, como un terremoto devastador o una pandemia, o pueden ser causados por acciones humanas, como una guerra nuclear o un ciberataque.
En nuestra sociedad actual, la posibilidad de un evento violento provocado por fuerzas del narcoimperio.
La teoría de las wild cards se utiliza a menudo en estudios de riesgo y en la planificación estratégica para evaluar y prepararse para eventos impredecibles que pueden tener un gran impacto en el MUNDO.
Taleb propone un método para anticipar los malos pronósticos con el uso de las ‘wild cards’, en las que se requiere de pensamiento no lineal, pensamiento sistémico, entrenamiento de creatividad y otros menjunjes.
Los griegos definían esta capacidad de anticipación como LA METIS. Una habilidad ultra sensible que dio presencia a LA ASTUCIA.
La doctora Baena, propone desafíos de mayor trascendencia.
Ante los cambios que vienen, advierte la necesidad de construir las CIUDADES FUTURAS.
Pensar en casas contra las inundaciones. Casas subterráneas contra las radiaciones solares, o para protegerse de los tornados.
Habitaciones herméticas.
Hay mucho más que escribir sobre el tema de la prospectiva.
Aprovecho el espacio para provocarlos a conectar conmigo en mi trabajo de análisis a través de xpressnews.mx
Cartapacio, Plataforma Financiera y Consensum en un solo envoltorio de información.
Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO
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