TOPO CONSPIRACIÓN

Columna Cartapacio por Raúl Ruiz

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La serpiente de metal repta bajo la capa de concreto desde las cinco de la mañana.

El Metro de la Ciudad de México tiene en total 12 líneas en la Red.

La línea más profunda es la 7. La más larga, es la Línea 12 con 24.5 kilómetros de longitud.

Afuera de la estación, La Raza, el hervidero de gente se desplaza con agilidad metropolitana.

En la CDMX no sólo debes caminar con ligereza, debes pensar con rapidez, la velocidad es un elemento vital en aquella cordillera de hormigón.

– Deme la guajolota con harta salsa, señito. Pidió David, antes de entrar al subterráneo.

Mientras la señora del canasto le preparaba su regia torta de tamal, le preguntó:

– ¿Qué horas tiene, joven?

– Son las 9:15, hora de mi desayuno.

– Estoy desde las 5 de la mañana y ya casi termino.

No pudieron seguir la conversación.

Un tumulto de personas corría y se empujaba.

Como si belcebú las fuera persiguiendo con un tridente encendido, huían desaforadas; el acceso al Metro, vomitaba decenas y decenas de usuarios despavoridos.

En las inmediaciones de la estación Potrero y La Raza, se produjo un alcance ferroviario.

David no pudo saborear su guajolota con mucha salsa, la marea de gente lo arrastró.

Luego de un largo rato los rescatistas entraron en acción y la noticia escurrió por todo México; cientos de pasajeros resultaron lesionados. Sólo 59 fueron hospitalizados.

Una jovencita no resistió y perdió la vida mientras trataban de sacarla de entre los fierros humeantes.

Claudia Sheinbaum mientras volaba desde Michoacán, twiteaba: “hubo un “alcance” entre dos trenes y cuatro personas quedaron “prensadas” entre el hierro retorcido de los vagones”.

Dos días más tarde, 9 de enero…

La ciudad aún dormía, aunque ya el reptil naranja serpenteaba entre los túneles de la nueva Tenochtitlan, desde las cinco de la mañana.

Los merolicos que ofrecen sus productos entre los vagones, apenas estaban pagando cuota al vigilante del Metro.

En el centro de CDMX ya comenzaban a barrer la calle para instalar las lonas del tianguis.

Y en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, ubicadas en la calle Delicias, comenzaron a sonar las alarmas, alertando la emergencia de incendio que se produjo en el cuarto piso.

El incendio en el Puesto Central de Control I (PCCI) ubicado en las instalaciones del Complejo Delicias del @MetroCDMX por el momento dejó cerrado el servicio de las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

El siniestro cobró mayor dimensión y al lugar llegaron 60 elementos del Cuerpo de Bomberos, que comenzaron con los trabajos para detener el fuego.

En el piso 5 estaban atrapadas 10 personas

Al PCC llegaron elementos de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, así como la titular de la dependencia, Miryam Urzúa, quien confirmó que en el piso 5 había por lo menos 10 personas atrapadas.

Para entonces ya trabajaban en la emergencia, elementos del ERUM, Policía Auxiliar, Protección Civil de la Alcaldía Cuauhtémoc, y otras corporaciones más. (Para hacer bola)

Los atrapados entre el humo y fuego ya eran 30 y subían a la azotea del inmueble para tratar de resguardarse.

En la zozobra, Lupita, elemento de la Policía Bancaria, cayó desde el cuarto piso del edificio en llamas, y cerca de las 06:30 de la mañana, se confirmó su muerte.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, desde el principio, acudió al lugar de los hechos para coordinarse con los elementos de emergencia en la atención del siniestro y mantener informada a la ciudadanía. Su rostro Lucía más desencajado que de costumbre.

A las 7:54 horas, Bomberos informaron que el área donde surgió el incendio se encontraba completamente sofocada.

Protección Civil informó que 30 personas fueron rescatadas y atendidas por paramédicos de la Cruz Roja y del ERUM, y que fueron trasladadas a diferentes hospitales privados.

Mientras se daba el parte, en sendas ambulancias se brindaba oxigenoterapia a 2 bomberos que presentaron molestias en vías respiratorias por la inhalación del humo.

Dos semanas después, el terror desorbitaba los ojos de los capitalinos que viajaban en la Línea 7 del subterráneo.

En las inmediaciones de las estaciones Mixcoac y Barranca del Muerto, el olor a hule quemado seguido por una humareda ahogaba a los pasajeros.

La angustia de sufrir asfixia por el humo de un posible incendio, en un túnel sin oxigenación, traumaba a los usuarios que viajaban en la parte posterior del vagón.

En el exterior, los tianguis del ambulantaje abarrotados de transeúntes, ignoraban la zozobra de los sofocados de la Línea 7.

¡llévelo, llévelo! Gritaban los merolicos.

Esta Línea cuenta con 14 estaciones con un tramo y longitud total de 18.78 km de largo.

Los primeros resultados periciales apuntaban a un cortocircuito, pero luego de profundizar la investigación, se detectó el faltante de un cable en las vías de la Línea 7, lo que provocó un sobrecalentamiento que consumió el aislante, que generó el conato de incendio en la estación Barranca del Muerto.

¡Nomamespancho!

– ¡Quiero vigilancia de la Guardia Nacional en cada estación del metro! Ordenó la jefa de Gobierno. Esto ya se pasó de color; no es más que un asqueroso sabotaje.”

– Es la guerra interna, jefa. Ya la ven muy fuerte en las encuestas y la quieren debilitar. Comentó un achichincle queriendo quedar bien.

En redes sociales se viralizaron imágenes del conato de incendio al interior del túnel y que obligó a la evacuación de las estaciones.

Al menos una veintena de usuarios del Metro tuvieron que ser atendidos por servicios de emergencia, mientras que la estación de Barranca del Muerto tuvo que se acordonada por autoridades capitalinas.

Esto fue el lunes 23 de enero.

El resguardo de las estaciones del Metro le dio tranquilidad a la población que usa este servicio transporte colectivo.

No así a sus detractores, quienes critican la decisión del despliegue de más de seis mil efectivos de la Guardia Nacional en este operativo de protección ciudadana.

Luego de estas convulsiones urbanas, la semana transcurrió sin mayores incidentes.

Al parecer la TOPO CONSPIRACIÓN, pudo ser contenida, sin embargo, equipos de inteligencia siguen investigando hasta dar con los supuestos autores intelectuales de este terrorismo a la mexicana.

El clima es frío en las calles de CDMX y los organilleros vuelven a girar la manivela de su instrumento; y a contar la historia de la revolución que dio origen al uniforme caqui de gabardina, que lucen.

En La Merced, comienzan a llegar los paquetes de globos y toda la parafernalia para celebrar San Valentín.

Todo ha vuelto a la normalidad.

Por Raúl Ruiz – CARTAPACIO

Conectajuarez no se hace responsable de los puntos de opinión de los columnistas que participan en este medio de comunicación, es responsabilidad única de quien lo escribe, el autor sostiene cada uno de sus argumentos.