El número de víctimas podría ser hasta ocho veces superior, advierte la OMS. Es la peor tragedia de este tipo desde 1939, considera el gobierno turco
El número de personas fallecidas por el terremoto de 7.4 registrado la madrugada de ayer en Turquía y Siria llegó a al menos cuatro mil 365 personas, de acuerdo con autoridades de ambos países.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la cifra de víctimas mortales podría ser hasta ocho veces superior.
De acuerdo con estimaciones de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, el sismo y sus 50 réplicas, entre éstas una de magnitud 7.5, afectaron a 250 mil personas. Hasta el momento suman siete mil 340 rescatados de los cinco mil 600 edificios que colapsaron en los dos países afectados.
De acuerdo con el gobierno turco, se trata de la peor catástrofe de este tipo desde el sismo de Erzincan, en 1939, que dejó cerca de 30 mil fallecidos.
El movimiento también se percibió en Israel, Líbano, Chipre e Irak.
LLORAN A 4, 360 VÍCTIMAS DE SISMO
EQUIPOS DE RESCATISTAS BUSCAN SOBREVIVIENTES MIENTRAS MÁS DE 50 RÉPLICAS CAUSAN MÁS DAÑOS EN LA PEOR TRAGEDIA DE ESTE TIPO DESDE 1939
Al menos cuatro mil 365 personas murieron en Turquía y Siria a causa del terremoto de 7.4 registrado ayer, según la medición del Ministerio del Interior para el Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD).
De los fallecidos, dos mil 921 son turcos y mil 444 son sirios, de acuerdo con las autoridades de ambos países.
Además, se registraron más de 50 réplicas, entre las que destacó una de 7.5 grados, nueve horas después del primer movimiento.
El saldo hasta ahora es de 250 mil afectados y siete mil 340 rescatados, según la estimación de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Además, unos cinco mil 600 edificios se derrumbaron en los dos países afectados.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el número de víctimas podría ser hasta hasta ocho veces superior.
“Pensamos que era el apocalipsis”, declaró la reportera Melisa Salman, quien vive en Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, epicentro del sismo.
Estábamos afuera desde las cuatro y media de la mañana. Pero nadie se atrevió a volver a sus casas por miedo a nuevas réplicas”, agregó la joven de 23 años sobre el sismo que se percibió en Turquía, Siria, Israel, Líbano, Chipre e Irak.
Ante la tragedia, el presidente de Turquía, Reccep Tayyip Erdogan declaró siete días de luto.
Nuestra bandera estará izada a media asta hasta la puesta de sol del domingo”, dijo el mandatario.
En palabras del gobierno turco, se trata de la peor catástrofe de este tipo desde el sismo de Erzincan, en 1939, que dejó unos 30 mil fallecidos.
Sin embargo, en 1999, un terremoto dejó 17 mil muertos, mil de ellos en Estambul.
Unos 45 países han ofrecido ayuda humanitaria, incluido México.
De acuerdo con expertos, diversos factores provocaron que el sismo dejara un daño tan severo.
Los métodos de construcción no eran adecuados para una zona proclive a intensos temblores, denunciaron especialistas.
En el sismo, la placa tectónica arábiga se desplazó hacia el norte. Al no tener espacio suficiente, chocó con la placa de Anatolia. Ese impacto repercutió a lo largo de la toda la falla.
A esto se suma que los rescatistas trabajan en condiciones climáticas complicadas.
La zona del terremoto registró temperaturas menores a los cinco grados centígrados y hay regiones totalmente cubiertas de nieve.
Con información de Reuters
“FUE PEOR QUE LAS BALAS Y BOMBAS”
En cuanto Anas Habache, de 37 años, empezó a sentir el temblor, fue a buscar a su hijo y gritó a su mujer embarazada que fuera corriendo hacia la entrada de su apartamento, en el tercer piso de un edificio de Alepo, una ciudad del norte de Siria que hace diez años fue bastión terrorista, del Estado Islámico.
Bajamos la escalera como locos, y cuando llegamos a la calle, vimos a decenas de familias asustadas. Algunos estaban de rodillas rezando, otros lloraban, como si fuera el día del Juicio Final”, añadió.
No sentí nada igual durante estos años de guerra. Esto fue mucho peor que las bombas y las balas”, aseguró.
Tras el sismo de 7.4 que sacudió el país, las familias enfrentan, además, el temor de quedarse sin viviendas, tener que dormir en la calle o quedarse en el automóvil a pasar la noche.
¿Quién no tiene miedo? Todo el mundo tiene miedo”, dijo Mustafa Koyuncu, de 55 años, un padre de familia, junto a su esposa y cinco hijos.
En Sanliurfa, una ciudad cercana a la frontera con Siria, la población esperaba instrucciones para trasladarse a un lugar seguro por el daño en sus viviendas.
Estamos esperando aquí porque no podemos volver a casa, de momento está prohibido”, afirmó el sobreviviente.
La familia tiene la opción de dormir en alguna mezquita que haya sido adaptada como refugio.
Nuestro edificio es seguro”, afirmó este padre de familia, de barba blanca y chaqueta negra.
Pero su familia mantuvo el temor. Su hija mayor le interrumpió y gritó “¡No, no es seguro!”.
La tragedia alcanzó al mundo del deporte.
El exjugador del Chelsea, de Inglaterra, Christian Atsu, quien hoy es parte del Hatayspor, fue encontrado ayer tras estar desaparecido por el terremoto.
Nuestros pensamientos están con él y su familia en estos momentos de terrible angustia”, publicó el equipo Málaga en sus redes sociales.