Perla y Daniel, de 9 y 6 años, los dos hermanitos hallados sin vida a la orilla de la carretera Espinal-Juchitán de Zaragoza, en la región del Istmo de Oaxaca, fueron asfixiados en un lugar distinto en el que fueron localizados, confirmó la Fiscalía General del Estado, asimismo, el padre de ambos continúa detenido.
Por otra parte, familiares y vecinos despidieron la tarde del domingo a los hermanitos, a quienes sepultaron en el panteón municipal ‘Domingo de Ramos’.
Niños y niñas compañeras de la escuela, Saúl Martínez, vestidos de blanco con flores y globos en mano iban al frente del cortejo.
A través de un comunicado, la Fiscalía de Oaxaca informó que sigue investigado el entorno inmediato de las víctimas y las posibles trayectorias utilizadas el día de su desaparición y posterior fallecimiento, pues ambos hechos son determinantes para establecer la identidad del o los responsables.
Se cuenta con dos líneas de investigación para esclarecer este lamentable hecho, mismas que se están agotando de manera diligente y oportuna”, mencionó.
También reveló que en la misma vivienda de los hermanitos encontraron a un grupo de cinco niños, de ahí que solicitó la intervención al Sistema DIF del municipio de Juchitán de Zaragoza, para la guarda y seguridad de las infancias.
Agregó que el área Alto Impacto y de Género de la Vicefiscalía Regional del Istmo revisa el entorno social de las víctimas, de lo que se desprendió que Perla y Daniel se dedicaban a la venta de frituras y dulces en la vía pública, alejados de su mamá.
Las indagatorias estudios científicos arrojaron que la causa de la muerte, en ambos casos, fue por asfixia y las víctimas tenían entre dos y cuatro horas de haber fallecido, a partir de la hora del hallazgo de los cuerpos realizado el pasado sábado alrededor de las 7:05 horas.
Conviene recordar que la Policía Municipal detuvo al padre de los chicos cuando luego de identificarlos pretendió escapar, además de caer en contradicciones en declaraciones de que estuvieron desparecidos 24 horas antes, pero no lo reportó a las autoridades.
La noticia del doble homicidio conmovió a la comunidad zapoteca del Istmo que se desbordó a la calle Demetrio López de la colonia Fidel Peña en Juchitán, donde vivieron Perla y Daniel, junto con su padre y abuela, quienes son señalados de obligados a vender frituras, cigarros y dulces en los bares y las cantinas, hasta altas horas de la noche.
La condena y demanda de justicia fue una de las constantes, aunque también se extendió el arrepentimiento por parte de aquellos testigos involuntarios de las condiciones de explotación y violencia a la que diariamente estaba sujetos los pequeños hermanos, pero no lo denunciaron a las autoridades.