Emanuela Rusta desafió todos los clichés sexistas para convertirse gracias a su determinación en la primera mujer en arbitrar en la primera división masculina del futbol albanés, todo un hito en este país de los Balcanes donde el ancestral patriarcado comienza a ceder terreno.
Hay que luchar mucho para ser aceptada. Hay que hacer volar en pedazos el techo de cristal”, cuenta a la AFP esta mujer de 29 años, árbitra internacional FIFA desde 2019.
En Albania, el futbol es una pasión nacional pero su versión femenina está a años luz, con apenas dos décadas de existencia. La Federación Albanesa de Futbol (FFA) registra apenas 2 mil mujeres por 22 mil hombres.
Por la mañana, Emanuela Rusta trabaja como profesora en un instituto de Elbasan, su ciudad natal en el centro de un país donde es difícil vivir únicamente del deporte. Por la tarde, se entrena con colegas masculinos.
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— Rusta Emanuela (@RustaEmanuela) July 14, 2022
Para tomar las decisiones correctas hay que conocer perfectamente el reglamento del juego, pero también tener una condición física excelente y una gran capacidad de concentración”, explica la joven mujer, que vive con su madre en un pequeño apartamento lleno de medallas logradas en el deporte.
No resulta fácil romper los estereotipos sexistas cuando la prensa local de este país de 2,8 millones de habitantes ha llegado a referirse a ella en titulares como “la árbitra sexy que hace subir la temperatura”.
Desde hace unos años, los derechos de las mujeres, sobre todo las de mayor nivel educativo, van progresando. Son cada vez más numerosas en puestos de responsabilidad y se ven cada vez más rectoras de universidad, magistradas o ministras. El gobierno albanés está compuesto por un 70% de mujeres.
El arbitraje “no es una cuestión de género, sino de competencia”, subraya Emanuela, que ha arbitrado una docena de partidos internacionales en estadios europeos.
Su sueño es arbitrar en el Mundial masculino como hizo en Qatar 2022 su ídolo, la francesa Stéphanie Frappart. A la espera de conseguirlo, se ilusiona con poder dirigir próximamente el gran derbi de la Liga 1 albanesa, entre los dos equipos rivales de la capital, Tirana y Partizani, cuyos duelos acostumbran a estar llenos de tensiones.