ADICCIONES

Columna CARTAPACIO por Raúl Ruiz

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Amanece, el sol despunta, y el pronóstico de temperatura anuncia un máximo de 27°C.

La mañana aún es fresca pero pronto agarrará vapor. Así es aquí en la frontera.

En una de las más de 4 mil ubicaciones conocidas como ‘picaderos’ en Ciudad Juárez, la cola de jóvenes, destemplados por la necesidad de una dosis, esperaban ansiosos a que el “distribuidor” de coca, cristal y otros estupefacientes, pusiera su mostrador.

Compran y se van.

Los vecinos observan.

Nadie habla.

Llegan unos a tomar apuntes en un formato que sostienen bajo una tabla de triplay con clip.

No sabemos si es control de ventas o una encuesta de ONG’s, o empleados del gobierno.

Dejan jeringas de envoltorio verde.

Así es todos los días. Mañana y tarde.

Se acerca una patrulla.

Baja un oficial, entra, tarda un minuto y sale con actitud sospechosa.

– Vienen por la cuota, me dice mi informante.

Así es todos los días, se mueve mucho dinero.

La dosis se cotiza entre los 20 y los 50 pesos según el contenido. Se paga en efectivo.

Nadie habla.

Los ‘halcones” disfrazados de vendedores ambulantes, observan.

Se cierra a las 11 p.m.

Este negocio es abierto al público, no hay manera de detenerlo.

Se incrementaría el índice de muertes violentas, si quisieran detenerlo.

Ni la policía municipal, estatal, federal, Guardia Nacional, Ejército, la Marina. Nadie se mete a terminarlo de cuajo.

El drama conmueve a todos, pero desafortunadamente es un monstruo invulnerable.

– Yo estuve sumergida en el infierno de las drogas. Pensé que jamás volvería a sonreír.

Nos contaba Susana, mientras conducía.

Habíamos tomado una VAN, en Pistolas, rumbo a Juárez. Vehículos que ofrecen el pasaje a mitad de precio en lo que se llama, EL RAID.

Todo el trayecto nos mantuvo absortos con su charla.

Explotó en catarsis mientras los pasajeros nos enterábamos del sufrimiento por el que pasa un adicto a las drogas.

– Hay un momento en que quieres morir, pero no te mueres. Pierdes todo. Tu familia, la salud, la dignidad.

Muy pocos logran salir del fondo del infierno.

Yo pude.

Por mis hijas, por el sufrimiento de mi madre.

Me enfrenté al vicio, contra todo y contra todos.

En el mundo de las adicciones, el primer obstáculo a vencer eres tú. Si eres débil, recaes.

Nunca sales.

Y si te sobrepones, luego hay que vencer el círculo que envuelve la pesadilla.

Siempre hay un tipo que te arrastra. Y lo obligan a él a no dejarte salir. Me costaron muchos golpes, amenazas, persecuciones, hasta que quedé completamente limpia.

Me ayudaron mucho los grupos de acompañamiento. Me escondían mientras me buscaban.

Fueron unos ángeles.

Hoy, trabajo aquí para educar a mis hijas y protegerlas.

Tres horas de alocución testimonial.

– Hasta aquí llego, amigos, nos dijo.

Regreso de inmediato, aquí en Juárez se viven miles de historias como la mía. Nunca quiero volver a estar aquí.

Mientras tanto, en la rueda de prensa del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, la Dra. Daphne Santana, directora de salud municipal reporta:

“Cristal y marihuana son las principales drogas que se consumen en Ciudad Juárez.

Sí tenemos conocimiento del uso de fentanilo, pero en muy baja incidencia.

No tenemos un dato estadístico sobre el número de personas que sufren adicción a una o varias drogas.

Solo un dato aproximado de pacientes que requieren ya intervención médica.

Recibimos un promedio de 70 pacientes por día.

Y hemos creado un programa para el tratamiento de desintoxicación.

Lo hemos instaurado en becas.

No se confunda con el tema de las becas del gobierno federal que se entregan personalmente a cada becario.

Nosotros pagamos la cantidad de 15 mil pesos, al Centro de Residencia, para que se atienda a cada residente que desea salir de la adicción.

Es un programa de tres meses.

El paciente debe cumplir cuando menos un mes en tratamiento para que se pueda autorizar el pago.

Tenemos un presupuesto de 1millón y medio de pesos para este programa. Y 5 millones al año, para otros programas”.

Antes de sentarme a redactar esta columna, le marqué a la doctora Daphne, y luego de una breve charla, coincidimos en que se podrían escribir muchas novelas con las historias que se viven a diario en Ciudad Juárez, con el tema de las adicciones.

Un drama permanente donde se fusionan los malos hábitos, la angustia, el deterioro humano, la violencia, y la muerte.

Imposible erradicar el vicio. La debilidad es una de las piezas que conforman la condición humana.

Conectajuarez no se hace responsable de los puntos de opinión de los columnistas que participan en este medio de comunicación, es responsabilidad única de quien lo escribe, el autor sostiene cada uno de sus argumentos.