Después de suspenderse su cotización, Musk envió una carta formal a los empleados de Tesla en la se explicaba que la decisión de retirar de la bolsa a la compañía no es final
El fundador de Tesla, Elon Musk, planteó hoy en las redes sociales la posibilidad de retirar a la compañía de la bolsa, tras lo que sus acciones registraron una drástica subida y su cotización fue suspendida temporalmente.
“Estoy considerando privatizar Tesla a 420 dólares (la acción)”, dijo Musk en un tuit poco antes de las 13.00 hora local (17.00 GMT). “Financiación asegurada”, agregó.
Minutos después, Tesla, que ya estaba teniendo un buen día en Wall Street, registró un fuerte ascenso, pasando desde los 355,50 dólares hasta los casi 362 en cuestión de cinco minutos.
Tras alcanzar una subida del 7,39 por ciento, aproximadamente una hora y media después de haber publicado el mensaje en Twitter, su cotización en bolsa fue suspendida.
Gracias a ese tuit, Musk se echóa la bolsa alreddor de 900 millones de dólares.
El medio especialista CNBC contactó con entidades bancarias de Wall Street y ninguna de ellas dijo ser conocedora de transacciones para financiar esta compra de Tesla, que sería una de las mayores de la historia.
“Los accionistas podrían vender sus acciones a 420 o quedárselas y pasarse a privado”, insistió Musk en su cuenta de Twitter poco más de una hora después.
Los expertos comenzaron a dudar de la veracidad de los mensajes de la cuenta social oficial de Elon Musk después de que la cifra “420” apareciera en repetidas ocasiones, un número que en EE.UU. se utiliza para referirse a la marihuana.
El valor en mercado de Tesla, que salió a bolsa en 2010, es de unos 60.000 millones de dólares con el precio de las acciones a unos 364 dólares.
Por ello, si se venden las acciones a los 420 dólares que indicó Musk para retirar a la empresa de la bolsa, se trataría de una operación de unos 70.000 millones de dólares, y supondría la mayor operación de compra de acciones privadas en la historia.
Los mensajes de Musk se producen en un momento en el que el empresario ha criticado abiertamente a los vendedores a corto plazo de las acciones de Tesla, que considera dañan el desarrollo de la compañía.
El magnate se enfrenta además a las preocupaciones de si la fábrica de la empresa en Fremont, California, cuenta con suficientes fondos para aumentar la producción del Modelo 3 de forma sostenida y sustentar sus planes de crecimiento con la introducción de nuevos vehículos y nuevas infraestructuras.
Después de suspenderse su cotización, Musk envió una carta formal a los empleados de Tesla en la se explicaba que la decisión de retirar de la bolsa a la compañía no es final y enumeraba las razones por las que se plantea el cambio.
“La razón por hacer esto es crear un ambiente en el que Tesla pueda operar mejor. Como empresa en bolsa, estamos sujetos a los cambios salvajes en el precio de nuestras acciones, que pueden ser una distracción importante para todos los trabajadores de Tesla, quienes son todos accionistas”, arguye el documento.
Además, señala que estar en bolsa “significa que hay un gran número de personas que tienen incentivos para atacar la compañía”.
Musk apunta que la compañía necesita una estabilidad, dado que tiene “misiones a largo plazo”, pero no descarta volver a bolsa en un futuro, cuando Tesla “inicie una fase de crecimiento más lenta y predecible”.
EL ANÁLISIS DE LO QUE SUCEDIÓ HOY
La cuenta de Twitter de Elon Musk se convirtió hoy en la gran protagonista de la sesión en Wall Street, después de que el fundador de Tesla eligiese esa red social para anunciar que está planteándose retirar a la empresa de la bolsa.
El movimiento de Musk disparó las acciones del fabricante de automóviles, que cerró la jornada con un alza del 10,99 %, después de que su cotización fuese suspendida temporalmente ante el goteo de noticias.
Mientras, los principales indicadores de Nueva York acabaron también en verde, con progresos del 0,50 % para el Dow Jones, del 0,28 % para el S&P 500 y del 0,31 % para el Nasdaq.
Los inversores, en general, optaron por las compras animados por el buen rumbo de la economía estadunidense y de sus grandes empresas, dejando a un lado la preocupación por las tensiones comerciales con China y otros socios.
Pero la atención en el parqué fue por encima de todo para Musk y su poco ortodoxa forma de comunicar una noticia bomba como la posible salida de Tesla del mercado.
El controvertido empresario, además, es conocido por bromear en Twitter, lo que añadió inicialmente a la confusión sobre sus verdaderos planes.
Más aún cuando, al ser preguntado por el precio que podría pagarse por cada acción, Musk respondió con un escueto “420”, una cifra vinculada en EU con el consumo de mariGuana.
Tras un periodo de dudas, Tesla confirmó que su máximo responsable iba en serio, al distribuir una carta a los empleados de la empresa explicando el por qué de este plan.
Aunque dijo que todavía no hay una decisión final, Musk defendió en ese mensaje que la cotización en bolsa y los continuos cambios en el precio de las acciones son una “distracción importante para todos los trabajadores de Tesla, quienes son todos accionistas”.
En los últimos meses, el fundador de Tesla ha declarado una guerra a los vendedores a corto que apuestan contra su empresa y este parece un último paso en esa batalla.
Para algunos analistas, el anuncio de Musk podría esconder sin embargo un intento por distraer de los problemas por los que pasa la compañía.
Entre otras cosas, hay dudas en el mercado de que la empresa sea capaz de aumentar la producción del Modelo 3 de forma sostenida y sustentar sus planes de crecimiento con la introducción de nuevos vehículos y nuevas infraestructuras.
“Alguien solo hace esto cuando están tratando de distraernos con algo nuevo”, dijo al canal CNBC el influyente experto Jeffrey Sonnenfeld, preguntado por la sorprendente estrategia de Musk.
El anuncio de Tesla coincidió además con una información del diario Financial Times que aseguraba que el fondo soberano de Arabia Saudí ha acumulado una participación de unos 2.000 millones de dólares en la empresa.
De hacerse realidad, la salida de bolsa del fabricante de automóviles sería una de las operaciones más sorprendentes de los últimos años y, con diferencia, la mayor de este tipo.