La exasistente de la Casa Blanca Omarosa Manigault Newman dijo este martes que el presidente Donald Trump “no la callará”, y mantuvo una postura desafiante mientras su altercado con el mandatario pasa de las palabras a un posible conflicto legal.
En una entrevista con The Associated Press, Manigault Newman, quien está promoviendo un libro sobre el periodo que trabajó para el gobierno de Trump, dijo que cree que la campaña del presidente estaba tratando de evitar que ella contara su historia. Sus declaraciones ocurrieron horas después de que la campaña del presidente anunció que interpondría un recurso de mediación en contra de Manigault Newman argumentando que ha quebrantado un acuerdo de confidencialidad.
No me intimidarán”, dijo a la AP. “Donald Trump no me va a intimidar”.
Aun así, Manigault Newman, quien también fue estrella de un reality show, se rehusó a contestar varias preguntas sobre lo que vivió mientras trabajó en la Casa Blanca, alegando el recurso de mediación. También rehusó dar detalles sobre su entrevista con la oficina del fiscal especial Robert Mueller, la cual confirmó horas antes.
Pero Manigault Newman siguió criticando a Trump, insinuando que es inapto para ser presidente y que está fomentando división racial intencionalmente. También acusó al presidente usar sus mítines políticos para sembrar discordia, e incluso insinuó que Trump está fomentando la violencia.
Al hablar de las diferencias entre su postura y la del presidente, dijo: “Uno, yo quiero ver a este país unido en vez de dividido. No quiero ser testigo de una guerra racial, tal como lo quiere Donald Trump”.