XOCHITL

Columna CARTAPACIO por Raúl Ruiz

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La incursión de Xochitl Gálvez como aspirante presidencial, es una jugadita de psicología inversa inventada por Andrés Manuel López Obrador, que se le está escurriendo como ácido.

No sé que tanto pueda crecer su imagen ante el electorado, pero sin duda ha tenido un buen resultado interno con la construcción de su story telling, al grado que los panistas, desprovistos ya de todo pudor y lealtad a sus más rancios principios, compran la imagen de la SEÑORA X, sin pizca de pundonor.

Por lo pronto, la oposición, bajo el más reciente sello de la casa, denominado FRENTE AMPLIO POR MÉXICO, tiene ya una figura para competir.

Eso me da gusto.

Los especialistas en Marketing político finalmente lograron vender a sus desesperados simpatizantes, una historia increíble, pero que a la vuelta de repetirla, podría disfrazarse de verdad.

La historia es la de una niña, que aseguran es indígena, pobre, muy pobre.

Que tenía que salir muy temprano a vender gelatinas para poder mantener a su familia.

Que fue niña muy estudiosa y cuando llegó a la ciudad de México, a estudiar en la UNAM, vivía en el cuarto de una azotea, sin muebles ni nada más que un par de huipiles que lavaba a diario.

Y que cuando se hizo profesionista, la fortuna cayó aplastante sobre ella.

Inició de la nada un jugoso negocio inmobiliario, incursionó en la política, y se hizo inmensamente rica.

Historia que convenció a todos los que buscaban un adalid que los abanderara; y nadie imaginó que la personalidad secreta de Xochitl Gálvez estaba oculta en un script de LA ROSA DE GUADALUPE.

Construido ya el personaje, vamos al siguiente paso, que es cuando opera la maquinaria de comunicación, a través de sus figuras tradicionales: López Dóriga, Riva Palacio,  Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva, Pepe Cárdenas, Macario Schettino y Leo Zuckerman, entre otros.

Sin empacho, dan por cierta la historia y no sólo la cuentan con la precisión con la que les fue filtrada, sino que nunca cuestionan lo inverosímil del argumento.

La inusitada prosperidad.

Es cosa de ver cómo batallan día a día miles de emprendedores para construir una empresita. Sortear la burocracia lapidaria, conseguir capital semilla y mil vicisitudes más.

Para encontrarnos no sólo con un genio financiero nacional.

Sino con un cerebro fuera de serie que conoce de edificios inteligentes. Domina la cibernética y la inteligencia artificial como ninguno.

Vamos, le falta un pelito para ser Elon Musk.

Se pasan. En la exageración van a perder la elección.

Inflar un globo de más, lo revienta.

Recordemos a otro personaje que inflaron e inflaron. Y a la hora de los cates tronó como elote… nada más y nada menos que José Antonio Meade Kuribreña.

Nadie. Ningún comentarista, cuestiona los jugosos contratos que recibió la empresa de Xochitl, al calor del poder, mientras hacía crecer su imagen pública mentando madres y expresando su repudio a sus adversarios con su lenguaje de carretero, (diría mi abuelita).

Esto me preocupa.

La aceptación es abrumadora entre los transgénero.

Los priyistas, aunque traen su dichoso método para seleccionar su candidato, y tengan a Beatriz Paredes como posible candidata, ya buscan a Xochitl para sacarse la foto.

Me llega una de ellas en la que destacan José Reyes Baeza, Francisco Barrio, y Adriana Fuentes, entre otros. Todos hermanos.

Mientras en los cines vibra con estruendo la barbiemanía, mis amigos panistas saltan jubilosos y se entregan a la xochitlmanía.

Pero el tiempo se les va.

Tienen lo que resta de julio para convencer a toda la alianza transgénero que Xochitl será no solo la adversaria de la corcholata ganadora, sino la próxima presidente de México.

Y luego ya en septiembre, entrar al tercer paso. El más difícil. Convencer a la perrada, que AMLO siempre estuvo equivocado.

Que los gobiernos anteriores nunca robaron, que los mexicanos más pobres nunca sufrieron hambre, y que los viejitos siempre fueron atendidos con programas de asistencia social.

No sólo eso, deberán probar que la refinería de Dos Bocas nunca producirá petróleo, y que el tren Maya no trae vagones.

Ah, y por supuesto que el aeropuerto nuevo fue un robo en despoblado y solo sirve para hacer tlayudas en sus pasillos.

Y en cosa de siete meses, darle vuelta a la tortilla para “concientizar” a la perrada de que su grave error fue dar credibilidad a un viejo desequilibrado que les regala el dinero.

Pienso que con todo y el incienso que traiga, y la parafernalia azul, no le va a alcanzar.

Los apoyos del Bienestar pesan mucho.

Por otro lado,

Según mis fuentes más recónditas y disimuladas, me comentan que el expediente de la señora X, está casi listo para explotar en el bunker de los “conservadores”, al grito de ¡viva Oppenheimer, hijos de la moronga azul!, pero pienso sería un error martirizarla.

No diré más, sólo saldré sigilosamente para comprar mis palomitas.

Mientras le terminan de coser disfraz de Señora X, con el modelo de La Matrix, las corcholatas le llevan más de dos vueltas al campo, metiendo entre 10 y 25 mil simpatizantes por evento, dependiendo la plaza.

El sábado pasado, Sheimbaun, bailó en el aeropuerto con pachucos, desayunó con 400 mujeres de maquila, nomás pagarrar juerzas; y por la tarde, casi 7 mil juarenses la recibieron al pie del monumento a Juárez.

Lugar donde arrancó campaña el propio presidente López Obrador.

¿Acarreados? Seguramente, pero ¿y sus opositores? Solo fotos de “familia”, con tres docenas de simpatizantes.

Así no van a juntar muchos votos.

CARTAPACIO

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