El estudio también reveló que la mitad de las víctimas eran menores de 13 años
Un informe elaborado por encargo de la Conferencia Episcopal alemana documentó un total de 3 mil 677 casos de abusos sexuales, cometidos por mil 670 religiosos católicos desde 1946 hasta 2014, reveló este miércoles la edición digital del semanario Der Spiegel.
De acuerdo con la publicación, que se remite a la documentación recabada por expertos de las Universidades de Mannheim, Heidelberg y Giessen, este tipo de situaciones son un problema masivo en el seno de la Iglesia católica y persisten en la actualidad.
Aproximadamente la mitad de las víctimas de los abusos eran menores de 13 años y en uno de cada seis casos se trató de alguna forma de violación, según cita la publicación.
Para dos tercios de las víctimas, los ejecutores de los abusos eran sus confesores o curas con los que mantenían algún tipo de vínculo religioso.
El informe fue encargado por la Conferencia Episcopal y, de acuerdo con los planes de la institución, sus conclusiones serán presentadas por el cardenal Reinhard Marx el 25 de septiembre próximo.
LA IGLÉSIA ALEMANA AVERGONZADA
La difusión de esos contenidos por Der Spiegel fue criticada por el obispo Stephan Ackermann, coordinador de la Conferencia Episcopal para la investigación de abusos sexuales, quien lamentó que se hayan avanzado unas informaciones que son confidenciales y que hasta ahora no conocían ni siquiera los miembros de su institución.
El avance irresponsable de ese estudio supone un duro golpe, afirma Ackermann en una declaración emitida por la Conferencia Episcopal, en que se afirma que de cara a la presentación oficial de finales de septiembre se había organizado un servicio de asesoría telefónica para los posibles afectados.
La Conferencia Episcopal encargó ese estudio a las citadas universidades a raíz del escándalo de los abusos sexuales que sacudió a la iglesia católica alemana en 2010, lo que generó una crisis de credibilidad para el catolicismo alemán.
En marzo de 2011 la iglesia católica ofreció pagar una indemnización de 5 mil euros a cada una de las víctimas de abusos sexuales, con posibilidad de aumentar esa cantidad para los casos más graves.