Fueron ocho equipos de jugadores con los que se efectuó la justa deportiva con personas originarias de El Salvador, Guatemala, Perú, Colombia, Honduras, Cuba, Venezuela y México.
En el Estadio 20 de Noviembre, 48 varones en situación de movilidad y que son atendidos en los albergues “Leona Vicario” y Enrique “Kiki” Romero de esta frontera, demostraron su talento deportivo.
El Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física fue el encargado de facilitar el campo profesional, playeras, hidratación, servicio médico, trofeo y un incentivo económico al mejor jugador de todo el torneo, afirmó el director del mismo, Juan Escalante.
“Es la instrucción del Presidente Municipal, Cruz Pérez Cuéllar, llegar a todos los rincones con deporte y los migrantes no se quedan atrás, estamos contentos de contribuir para que ellos se sientan bien y se les olvide un poco su situación, por lo que pensamos en realizar un torneo similar en invierno de este año“, expresó.
Por su parte, el director de Derechos Humanos del Municipio, Santiago Gonzales Reyes, dijo que el futbol es un lenguaje universal.
“No hay país que no sienta una emoción profunda por el fútbol, es lo que buscamos, la integración de las personas, resaltar las coincidencias entre diferentes países, como el acento, culturas, alimentos distintos, entre otras, pero hay muchas cosas en que coincidimos”, expresó.
La coordinadora del Centro Integrador para el Migrante “Leona Vicario”, Ana Laura Rodela, dijo que los jugadores manifiestan vulnerabilidad por sus duelos, tras salir de su ciudad de origen, lo salvaje y fuerte que es el viaje, pero con el deporte pueden liberar el estrés.
“El hecho de salir y jugar en un campo profesional les entusiasma bastante, además Ciudad Juárez es un referente de gestión migratoria y los tres órdenes de Gobierno apoyamos con dignidad y apegados a derechos humanos, estos eventos deportivos lo demuestran, señaló.
El migrante originario de Venezuela, José Alejandro Colina, de 26 años de edad, agradeció el apoyo a la comunidad en tránsito y confirmó el cambio de ánimo en sus compañeros con estos eventos deportivos.
“Me gusta mucho el fútbol y pues no entrenamos mucho, pero igual sale uno de la rutina y se distrae un poco de la mente y de tanto encierro, sobre todo el estrés por la cita migratoria, está muy bien algo de deporte”, dijo.
El colombiano Artur Gopher, dijo sentirse feliz al pisar una cancha de fútbol con pasto sintético y no de tierra en Ciudad Juárez.
“Esto nos hace escapar de cierta realidad y es bonito que lo tomen a uno en cuenta, porque estas personas de buen corazón reconozcan que en los refugios también hay talento, me siento muy agradecido con todos ustedes”, finalizó.
Fue tanta la emoción de los jugadores que cada celebración de gol a la portería, el festejo fue mayor entre porras y aplausos, dentro de esta primer Copa América Migrante 2023.
